Domingo 27 de abril de 2025.
“Abandonamos León, la provincia con más kilómetros de recorrido del Camino Francés para entrar en Galicia por O Cebreiro en Lugo”.
El domingo 27 de abril de 2025 los Amigos del Camino de Santiago de León “Pulchra Leonina” hemos disfrutado de una bellísima etapa del Camino Francés entre Trabadelo y O Cebreiro.
Nos repetimos, pero de nuevo éxito de participación. El viaje es tranquilo con una breve parada intermedia y en Trabadelo nos hacemos la foto de familia. Me acerco hasta el Bar Pensión “El Puente Peregrino” -donde estuvimos hace quince días-con la intención de saludar a Elly y Ron pero el establecimiento está cerrado así que empezamos a caminar. A ambos lados de la carretera crecen unas plantas altas con flores amarillas y un compañero nos dice que se les llama “verrugueras” porque el líquido amarillo que contiene su tallo se utilizaba para curar las verrugas. Dato curioso.
Dejamos atrás Trabadelo y caminando llegamos a la altura del Hostal Valcarce. En el camino a nuestra izquierda hemos visto una señal indicando que a 15 kilómetros se encuentra el Hayedo de Busmayor.
Al otro lado de la N-VI entramos en La Portela de Valcarce. Nos hacemos una foto con la estatua de Santiago que la Junta Vecinal inauguró el día 10 de mayo de 2003.
Al lado, tranquilo, nos observa un simpático burro que está perfecto para hacerle una foto y por supuesto se la sacamos. Hace un día estupendo, ya hace calor. Unos vecinos están regando el suelo con una manguera. Nos paramos un momento a saludarles y agradecerles el frescor que se siente al pasar por allí y nos desean Buen Camino. El nombre del pueblo alude al portazgo que debían pagar a los señores feudales los viajeros que atravesaban el valle. Aquí se conserva una antigua herrería del siglo XIX y la Iglesia de San Juan Bautista, de estilo barroco popular (siglos XVII-XVIII) fue recientemente restaurada.
Vamos todo el camino en compañía de peregrinos de distintas nacionalidades. Nos adelanta uno de ellos y nos llama la atención la bandera que lleva en su mochila. Hablando con él nos dice que es de Eslovenia y prosigue su camino.
En poco más de un kilómetro llegamos a Ambasmestas donde confluyen los ríos Valcarce y Balboa. Aquí paramos a sellar la credencial en el albergue “Casa Cantadora” con una decoración muy particular y entramos también a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen donde también podemos estampar un sello. Retomamos la marcha y vemos la publicidad de la Quesería “Veigadarte”, donde se pueden adquirir sus excelentes quesos y yogures de cabra.
En el Camino nos hemos encontrado con un joven peregrino “paisano” nuestro. Un chico muy majo que nos explica que ha empezado el Camino en Ponferrada porque está estudiando allí pero que es de Valdefresno. Coincidencias del Camino.





Dejamos Ambasmestas y enseguida, bajo un viaducto de la A-6 entramos en Vega de Valcarce. Vega es la población principal de este valle y a ella pertenecen 23 pueblos entre los que están los que hoy atraviesa la etapa: La Portela, Ambasmestas, Ruitelán, Las Herrerías, La Faba y La Laguna de Castilla. Vega de Valcarce tenía a uno y otro lado dos castillos importantes: el de Sarracín y el de Veigas. Actualmente se conserva parte del Castillo de Sarracín que vemos en la cima de una colina que domina todo el valle y que se llama Castro Martín. Entramos en la Iglesia de la Magdalena que está abierta y sellamos la credencial. Aquí en Vega también se encuentra la Ermita de San Paio y se puede visitar un molino recientemente restaurado (siglo XIX).
Seguimos caminando. De vez en cuando paramos a retratar el paisaje que nos rodea que es precioso. A poco más de dos kilómetros llegamos a Ruitelán donde destacan la Iglesia de San Juan y la Capilla de San Froilán con la leyenda que dice que a la derecha del altar mayor se encuentra una gruta natural que sirvió de refugio a San Froilán cuando estuvo por estas tierras.
Seguimos por la N-VI hasta tomar a mano izquierda la carretera local CV 125/1 para alcanzar el pueblo de Las Herrerías, al que entramos por un pequeño puente romano para salvar el río Valcarce. Otros puntos de interés son la Iglesia de San Julián de estilo barroco neoclásico (siglo XVIII), una Casona del siglo XIX en la calle Camino Santiago 31 y las Herrerías. Hubo aquí hasta cuatro herrerías en las que se trabajaba el hierro y otros metales. Antes de bajar al pueblo una señal nos informa de que se puede realizar la ruta del Molino Verde (San Julián-Otero/3’6 kms.).

Este es el punto intermedio de la etapa. Nos sentamos en un banco a la sombra viendo pasar a los peregrinos. Saludamos a una niña que pasa a nuestro lado. Hablando con ella nos dice que se llama Abril -qué original- y es del pueblo. Mi compañero Baudi le regala una “mano de Mocho”y le comentamos brevemente su significado, pero él se lo escribe en un pequeño papel para que en su casa busquen la historia de la famosa manita de plástico. Ella se va supercontenta y nos despedimos.
De las Herrerías a O Cebreiro sólo hay 8’1 kilómetros de distancia. ¡Pero vaya subida! Como continuación de Las Herrerías el barrio de Hospital toma su nombre de un antiguo hospital creado en el año 1178 por los peregrinos ingleses. El tramo más duro de la subida comienza ahora. De aquí a Laguna de Castilla subimos un desnivel de 480 metros en 5’7 kilómetros. Se toma un camino de tierra a mano izquierda donde se atraviesa un bonito tramo de “corredoiras” que son caminos para llevar el ganado a los pastos.
Tras superar un arroyo se va subiendo entre castaños coincidiendo con la antigua calzada romana haciendo un zigzag para llegar a La Faba cuya Iglesia está encomendada a San Andrés.
Ahora la subida se modera progresivamente y se avanza por bonitos caminos entre pastos disfrutando de unas vistas panorámicas espectaculares. Los árboles desaparecen por completo, pero ya se ve O Cebreiro a lo lejos. Avanzamos hasta llegar a Laguna de Castilla. Aquí se conservan tres hórreos del siglo XIX, aunque el estado de dos de ellos es deficiente.
El Camino prosigue su ascenso y entramos en Galicia ante un gran escudo de la Comunidad.
Desde el “Teso de Os Santos” a 1306 metros de altitud sólo queda un kilómetro para llegar a O Cebreiro a donde entramos junto al monumento de una peregrina.
Llegar a O Cebreiro tiene algo especial. Hace unos días, el Sábado Santo estaba nevado y hoy hace un día primaveral maravilloso. O Cebreiro está lleno de peregrinos que se distinguen de los turistas que también los hay.
Buscamos un sitio para comer y ya después visitaremos la Iglesia y daremos una vuelta.
Hablando de comer podemos probar y llevarnos a casa el típico “queso do Cebreiro” con D.O.P. propia. Es un queso fresco de pasta blanca cuyo origen se remonta a los primeros monjes que se instalaron en el poblado de O Cebreiro a finales del siglo IX.
Después de comer nos acercamos a visitar la Iglesia de Santa María la Real de O Cebreiro: el edificio fue construido a mediados del siglo IX para albergar a los peregrinos del Camino de Santiago. En el año 1072 pasó a depender de la Orden de Cluny y llegó a convertirse en uno de los santuarios más importantes de toda Galicia. Esta Iglesia es de planta irregular y con una torre de pequeña altura. El interior tiene tres naves, la central más alta y ancha que las laterales.
“La leyenda del milagro de O Cebreiro”: en el año 1300 un día de invierno con una gran nevada un vecino de la aldea de Baixamaior desafió al frío y se expuso a morir en el camino para escuchar misa. Al llegar al santuario recibió la reprimenda del cura. La eucaristía continuó, pero al llegar el momento de la consagración se produjo el milagro. El vino se transformó en sangre y la Hostia en carne. El sacerdote fue castigado y falleció en el acto. Las campanas comenzaron a repicar solas. Todo el pueblo acudió a la llamada. Cuentan que una imagen de la Virgen situada en un lateral del altar mayor ladeó la cabeza para observar el milagro y así quedó hasta la actualidad. En la Capilla del Milagro se encuentra el relicario donado por los Reyes Católicos, el cáliz y la patena.




En esta Iglesia se encuentra enterrado D. Elías Valiña, párroco e impulsor de la recuperación del Camino Francés. Fue el promotor de la señalización con la flecha amarilla que sigue siendo el referente en el Camino para el peregrino. Los días 8 y 9 de septiembre se celebra la Gran Romería de Os Milagros, muy conocida en la zona y a la que acude mucha gente de Galicia y León.
Después de visitar la Iglesia y sus alrededores, recorremos O Cebreiro y vemos la rehabilitación de las pallozas que son consideradas Bien de Interés Cultural y que en la actualidad se han convertido en Museo. El Museo Etnográfico de O Cebreiro cuenta con tres pallozas y una cuarta que utiliza como almacén. Así podemos conocer cómo era la forma de vida tradicional de la montaña. En ellas convivían personas y animales al calor de la “lareira” (chimenea).


En nuestro paseo nos volvemos a encontrar con el joven peregrino leonés de Valdefresno. Charlamos unos momentos con él dándonos la mano y deseándole Buen Camino. Ahora nos dirigimos al Albergue para sellar nuestras credenciales. Hay cola, los peregrinos esperan para registrarse, pero amablemente nos ceden el sitio cuando les decimos que sólo es poner el sello y nada más. Aprovechamos para hablar con alguno de ellos. Varios son italianos y otro de ellos es de Holanda. Acto seguido subimos un poco más arriba del albergue a una zona de bancos y mesas donde se está estupendamente y que ofrece unas magníficas vistas panorámicas de O Cebreiro y alrededores.
Pero llega la hora de marchar. Dejamos O Cebreiro para volver a casa, haciendo una breve parada intermedia llegando a León cerca de las ocho de la tarde. Preciosa etapa la vivida hoy.
¨Hoy no valoro solo la belleza de los paisajes y lugares que hemos conocido. Guardo para mí las experiencias que marcan tu “Camino” interior, esos momentos que tampoco se olvidan: el entablar conversación con otros peregrinos mientras caminas, el parar a saludar y hablar con los vecinos de los pueblos del Camino y tomar un café en un bar o cafetería y charlar con quien nos atiende. Todo esto también “hace Camino”. Porque hay que disfrutar el Camino -no hacer el Camino como si fuera una carrera de competición- y vivir el Camino con verdadero espíritu peregrino-sin lujos-¨.
Ahora descansamos unos días y el Camino Francés vuelve el próximo fin de semana del 10 y 11 de mayo de 2025, primera etapa de dos días (sábado y domingo) entre O Cebreiro, Triacastela y Sarria.
Como siempre,
¡Buen Camino!
Texto: Marta María Fernández Santos.
Fotografías: Ino Marco, Marta Fernández, Rosa Gómez, Mirasol Cadenas , Juanjo Robles y Jomardi.
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