jueves, 18 de septiembre de 2025

ROMERÍA de la VIRGEN de la PIEDAD


 Domingo 7 de Septiembre de 2025. Villademor de la Vega.

Amanece nublado, aunque cuando llegamos a la plaza de Villademor, ya un tímido sol de otoño emerge entre las nubes.
Poco después de las 10, tras tomar unas rosquillas de bienvenida, partimos calle arriba, tras pasar la piscinas, entramos en la zona de bodegas particulares, me cuentan que varias en desuso, pues la juventud actual, cada vez se implica menos en las tradiciones.









La caminata, para semejar una romería, es corta y fácil, apenas 6Kms. Que hacemos en forma de herradura. Salimos del pueblo por una calle y entramos por otras 2 calles más abajo.
Cruzaremos la autovía León/Benavente y por supuesto un largo puente que nos hace cruzar el río Astura, hoy Esla. La autovía, la cruzaremos por un túnel y siguiendo hacia el pueblo por un paraje un tanto seco, (No abundan las verdes praderas, como en otros lugares de la zona). 







 Nos topamos con la cuadra de vacas, más sofisticada del pueblo y prácticamente de la zona, llamada “ Villa Conchita”.

Nos esperan un par de guías, para nuestra visita por la explotación. Entramos por la despensa, una nave llena de gigantescas alpacas de alfalfa y otras de paja, piensos de terneros, los cuales viven en unas casetas individuales, semejantes a un iglú, para destetarlos de la vaca,


 lo más curioso, moderno y destacable de esta vaquería, son dos modernas ordeñadoras, totalmente digitales y controladas por ordenador.
Las vacas, van solas a ellas, según su necesidad de descargas las ubres, aunque según nos cuenta uno de los dueños, las hay que las tienen que llevar ellos, pero son las menos, unas 10 ó 12 diarias, el resto de las que ordeñan, en estos días unas 130 van por sí mismas. Nada más llegar, un chorro de agua lava sus ubres, aparecen unos rodillos que limpian sus largos pezones, antes de que unos artefactos, de forma totalmente automática y teledirigida, enfunde sus pezones y por las pantalla de ordenadores, se ve el avance de leche en litros que va llenando cada ubre y que pasa a un depósito central del que también vemos cómo se va llenando y los litros que contiene, por lo que cada vaca, totalmente matriculada, está controlada y su leche medida al mililitro.




 Visitamos ,otras dependencia y una de las que más nos llama la atención, es donde las vacas se tumban a descansar en fina arena, nos cuentan que es mucho más higiénica y sana para las vacas,que la tradicional paja, que conlleva sobre todo insectos y bichitos.









 Sobre las 12’30, partimos para la ermita, pues a las 13’00 Horas, se celebra la eucaristía, para muchos de los asistentes, yo mismo incluido. (Bastante larga), luego me enteraré que el cura es suplente y bastante pesado.






Unos en coche, otros a píe nos dirigimos a la plaza del pueblo, a modo de reagrupación, algunos toman una caña, otros no, y poco antes de las 3 de la tarde estamos todos en la piscina degustando una paella popular. Dos pegas a este acto, una inevitable, el desapacible viento y el fresquito a ratos, según capricho de las nubes que nos ocultan el sol a ratos. 
La 2a, lo salada que está la paella, con esos botes de potenciador del sabor que le meten en
todos los sitios, que las da un caldo espeso y a veces asqueroso, aquí no llega a tanto, pero si me tiene toda la tarde bebiendo agua.
Tertulias de sobremesa, partidas de cartas y alguna que otra actividad, nos llevan a las 18’30 H. que partimos para la ermita a cerrar el acto con la novena a la Virgen.






Tras esta, chocolate con bizcochos y el ya tradicional baile de fin de fiesta, hasta que el horizonte del Oeste enrojece y el sol, se acuesta, para dar paso a la luna que también enrojecerá esa noche debido a un eclipse, que ya nos pilla a todos los romeros en casa. 




¡Hasta el año que viene Villademor y Virgen de la Piedad!.


Texto: Paco Gómez Palacios.


Fotografías: Félix Bustos, Ino Marcos, Mari Ángeles Zayas, Paco Gómez, Jomardi  y varios socios.




 


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