viernes, 8 de marzo de 2013

De Cistierna a la Ercina. Anticipo Viejo Camino de Santiago

Retomamos el Viejo Camino de Santiago, después la última etapa, cuando dejamos Cistierna junto a la estación de ferrocarril, con el buen sabor de boca, debido a la presentación del museo de los ferroviarios, que nos hicieron Siro Sanz, Manuel y Ana.

Seguimos la etapa 12ª que marcan los libros del Vexu Kamín de Julián González Prieto, Ed. Monte Casino, 2004 y El Viejo Camino de Santiago de José Fernández Arenas, Ed. Vadinienses, 2006 y las indicaciones del blog el Camino olvidado, que podéis consultar aquí.

Yugueros
Los pioneros han concluído la etapa La Mata de Monteagudo Cistierna


Iniciamos esta etapa preparatoria, desde la orilla de la estación de ferrocarril de Cistierna.

Va una senda bastante inundada, casi en paralelo al río.

Llega un momento en que divisamos un crucero con una inscripción de “La cruz del molino”, algo que los antiguos propietarios han dejado en recuerdo de sus progenitores.

Estamos junto al antiguo molino de Sandalio y próximos a la confluencia del río Esla y el río Mercadillo, que nace por encima de Yugueros.

Yugueros

Vemos ante nosotros el puente del Mercadillo, muy bien situado en un cruce de caminos, casi enfrente al pueblo de Sorriba y próximo a Cistierna y al pueblo de Modino.

Nosotros utilizamos la palabra mercadillo, que quiere decir, un mercado pequeño o de objetos de pequeño valor. Sin embargo antes de esta acepción tuvo una significación muy diferente. Como sabéis primero fue un topónimo, o nombre de lugar, que lleva mucho tiempo con nosotros, miles de años, miles de grupos humanos la han usado. Esta palabra es anterior al puente del Mercadillo, que aquí vemos, pues a este le dio nombre el río homónimo.  Y es anterior a que en sus alrededores se ubicaran las ferias, que llegaron a ser tan famosas, que mercadillo pasó a nombrar las propias ferias, aunque se realizaran en cualquier lugar.

El Padre Martino dice que mercadillo es un hidrónimo. Todo León está lleno de nombres hidrónimos, parece una risa, que tantas palabras signifiquen agua, pero así es. Pueblos antiguos que lo habitaron quedaron admirados y entusiasmados con el agua que tenemos por doquier, una bendición de Dios, Él sea alabado.

Estos edificios del antiguo hospital de peregrinos.

Después de cruzar el puente podemos contemplar los restos de lo que hace tiempo fueron ermita y hospital de peregrinos bajo la advocación de San Bernabé y Santa Catalina.

Los “puristas” del viejo camino seguirían desde aquí hasta la ermita de San Pelayo, próxima a Modino, para girar a la derecha por la senda, en dirección a San Pedro de Foncollada, donde quedan los restos de un importante monasterio que, a buen seguro, daría a los peregrinos cobijo y comida.

Hoy en día los peregrinos viajan buscando los albergues y se informan de dónde pueden comer o descansar y antiguamente estas funciones las cubrían los monasterios y cofradías que regían ermitas o las parroquias de los pueblos, por eso las rutas tenían este trazado, que nosotros redescubrimos ahora con sorpresa. Si este camino se siguiera usando, pronto se modernizarían estos u otros lugares de acogida, por el momento hay albergues y casas rurales, teleclubs y bares dispuestos a acoger al peregrino por todos estos pueblos.

Desde aquí llegarían a la carretera, girando a la derecha, visitarían la ermita de San Roque, para finalmente alcanzar la iglesia y el pueblo de Yugueros.

Yugueros

Alli nuestros amigos habían quedado con nosotros para mostrarnos la iglesia parroquial dedicada a El Salvador.

Yugueros

Nos sorprende esta iglesia, cuyos datos podéis consultar aquí, su imagen de fortaleza en lo alto del pueblo.

Yugueros

Se han aprovechado columnas clásicas en el pórtico, alguna incrustada en su muro. En una ventana se ve una inscripción. Reluciendo en una esquina, un reloj de sol y ya en su interior, un magnífico retablo plateresco, recientemente restaurado, que nos deja deslumbrados.

Yugueros

Tiene también otras joyas, una virgen románica y en la sacristía se conserva un antiguo paño de Semana Santa.

Cerca del pueblo está confirmada la existencia de un asentamiento romano y probablemente en el lugar que ocupa la iglesia, estaría el puesto de observación del valle. Otros términos nos confirman su legado histórico. “El hoyón” y los “corrales” son topónimos romanos y han sido estudiados por nuestro amigo Siro Sanz, lo que podéis consultar aquí.

A la salida del pueblo, en dirección a La Ercina, nos encontramos con la ermita de San Roque.

Yugueros

Está el santito presidiendo el presbiterio con bordón de peregrino, solitario en la recién remozada ermita, junto a la que se congregan los fieles en la fiesta y hacen romería en la campa.

Yugueros

La tradición dice que el santo hizo el Camino y visitó Compostela. Es abogado de la peste y siempre aparece en las imágenes con un perro, que suscita casi tanta veneración como el santo, porque creen que fue su salvador. En realidad cuando el santo, infectado por la peste se retiró al bosque para no contagiar a nadie, un chucho cogía comida de la cocina de su amo y se la hacía llegar al santo. “Mosqueado” el amo siguió al perro y entonces descubrió al enfermo, le llevó a su casa para que se repusiera. Aunque dicen los libros que la verdadera curación fue gracias a la intervención de un ángel, nosotros siempre lo representamos con el perrito. ¡Cosas del marketing!

Desde aquí el peregrino seguía recto a La Ercina, que está a cuatro zancadas.

El día que fuimos a conocer la etapa, nosotros tomamos un camino por la sierra, para subir por Oceja a Sobrepeña, pero eso ya es otra historia, que os será contada próximamente.


Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid


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