La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León "Pulchra Leonina" ha retomado la ruta del “viejo
 Camino de la montaña” desde donde lo habíamos dejado antes de las 
fiestas navideñas. Lo hacemos después de consultar nuestro Vexu Camin, 
bueno, en realidad pertenece a D. Julián González, que es quien lo 
escribió.
Salimos
 de La Vid de Gordón junto a unos bien restaurados lavaderos, por la 
carretera que bordea la iglesia y después de  cruzar  el puente, que nos
 lleva por debajo de las vías del tren a la collada de Buiza de Gordón. 
La ruta de montaña está señalizada en unos paneles junto al camino.
Aunque
 la ruta es un poco más larga en Buiza después de hablar con la gente 
del lugar, pensé que la comitiva de Leodegundia y Gundisalvo  tomaron la
 dirección a Villasimpliz pues por ahí quedan buenos vestigios de la vía
 romana.
Lo
 reseño aquí porque al llegar a Buiza  atrajo nuestra atención la Calle 
de la calzada (romana) y al hablar con la gente del pueblo nos indicaron
 que la antigua calzada romana  primitiva venía desde Pola de Gordón  
por Beberino y después de pasar Buiza  se bifurcaba en dos direcciones, 
una a Rodiezmo y otra a Villasimpliz que sin llegar a esta localidad, es
 por donde yo creo que vinieron nuestros protagonistas. Por este camino 
en el alto de san Antón existió desde antiguo un monasterio y una 
hospedería pues no tenemos que olvidar que por aquí pasa  el Camino del 
Salvador. También nos dan cuenta de un miliario anepigráfico  
posiblemente de época de la dominación romana.
Yo
 solo conocía de oídas la existencia  de esta bonita localidad de 
montaña, pues en mi época del servicio militar en ferrocarriles uno de 
mis compañeros era de esta localidad, por supuesto, contaba maravillas 
de su pueblo. Quise saber de su vida, me dijeron que se ha jubilado y 
vive en Torrevieja, aunque viene en el verano. Le mandé un saludo.
¡Quién
 me iba a decir a mi, que el pueblo de Plácido tenía tanta historia!  
Pues Buiza aparece documentada desde el año 1188  aunque ya es citada 
anteriormente en el testamento de Fernando I que en 1036 otorga esta 
localidad a la Iglesia Ovetense.
Habíamos leído que en el año 1796  Jovellanos pasó por aquí y pernoctó en casa de Dª Manuela, la viuda. http://buiza.cranf.net/hist_docus.html
En
 su diario, el ilustrado nos cuenta sus vivencias y gracias a el sabemos
 que había cuatro casas con escudos nobiliarios, yo solo encontré tres 
pero mi amigo Pio Cimadevilla en su libro “Repertorio Heráldico Leonés 
I” nos da cuenta de los cuatro. http://www.ayto-lapoladegordon.es/buiza/
El
 que yo no encontré estaría según salimos del pueblo a la derecha y D. 
Pio al describirlo dice que se observaba un anagrama con la inscripción 
 “Estas armas y blasón de Alfonso Villafañe son”. Es muy parecido a otro
 que sí fotografié cerca de la plaza también correspondiente a  los 
Alfonso de Villafañe.
En nuestro recorrido entablamos conversación con Carmen que
 había salido a caminar y nos acompañó. Se ofreció amablemente a 
abrirnos y calentar el local de la Asociación de vecinos el domingo, que
 hicimos la ruta que es muy de agradecer, teniendo en cuenta el frío que
 hace en esta época del año.
El
 tercer escudo está en la plaza, y cuando se escribió el repertorio 
Heráldico la casa que lo ostenta estaba dedicada a cantina. El cuarto y 
último se encuentra en una casa moderna saliendo en dirección a Folledo,
 tiene una inscripción: “estas armas y blasón de los Álvarez Quiñones 
son”  (Podéis verlos todos en el reportaje fotográfico)
Carmen además de tener la llave del Teleclub, es la dueña de un perro llamado Pancho,
 que nos obliga a caminar rápido por todo el pueblo, así visitamos la 
iglesia y una ermita dedicada a san Antón. La Iglesia  actual está 
edificada sobre una anterior , se nos dijo que la construyeron con cargo
 a los fondos para las Regiones Devastadas después de la guerra civil, 
pero que los planos ¡podían ser del arquitecto Torbado!.
La ermita de San Antón
 es hoy una ruina venerable que sin embargo era utilizada como iglesia 
mientras se construyó la actual. La otra, citada también por Madoz, se 
encuentra ya en la carretera que nos conduce a Beberino y está bajo la 
advocación de la Virgen del Valle.
No
 sé si por una casualidad del destino o por un milagro de la Virgen 
cuando paramos bajo el porche de la misma, descansando en los dos poyos 
de piedra, mi teléfono móvil cogió cobertura para comunicarme ¡que iba a
 ser abuelo de una niña!  
Anécdotas  aparte, el culto a esta virgen está muy arraigado por toda la comarca. Nosotros hemos encontrado una web de fotos de Buiza, donde podéis ver la celebración de la Virgen y en diferentes álbunes muchas cosas sobre este pueblo.

Todos los años, el 15 de agosto la gente de los alrededores procesiona hasta aquí acompañando a la virgen y realizan una ofrenda floral.
Continuamos
 por la carretera y después de pasar unas pequeñas hoces giramos a la 
izquierda para avistar enseguida las primeras casas de Beberino de Gordón. 
En
 el libro ya  citado anteriormente, Pio Cimadevilla nos da cuenta de la 
existencia de dos antiguas necrópolis  cercanas al pueblo junto a la “peña del Castro”.
 Una contiene esqueletos de caballos la otra pertenece a un 
enterramiento humano, pero lo curioso es que uno de los esqueletos está 
enterrado en posición vertical. (Cultura prerromana).
Por este pueblo también pasó Jovellanos y en sus diarios dice que: « En Beberino está lo que llaman Ropería de Guadalupe y un monje con sus criados que cuidan de la gran cabaña del monasterio repartida por estas montañas a veranear ».
En
 la actualidad dicha Abadía ya no existe,  pero un escudo eclesiástico  y
 a su lado un mosaico que representa a la Virgen  con la inscripción 
“Nigra sunt de Guadalupe” nos sirve para orientarnos sobre el lugar en 
que se ubicó. Para nosotros fue una sorpresa conocer que el todo 
poderoso monasterio de Guadalupe tuviera posesiones en estas montañas.
Hablamos con Lola, que paseaba a su perro Lucas y
 que es la propietaria de una parte del edificio muy restaurado desde 
entonces. Pasa aquí grandes temporadas acompañando a su hermana que fue 
catedrática de historia. ¡Todo un lujo de interesante conversación¡ 
Hasta
 este lugar, día de la festividad de San Pedro, patrón del pueblo, la 
gente procesiona al santo desde la iglesia. Pasareis luego por delante 
de ella por estar situada junto a la carretera. Es del Siglo XVIII y se 
construyó a expensas de D. Bartolomé Álvarez Rabanal y su esposa. El 
retablo original fue expoliado durante la guerra civil     
Al
 observar las piedras con las que se hicieron algunas casas, los arcos 
de sus entradas, los patios, pensamos que antiguamente debió de ser un 
pueblo importante debido creo yo a la Transumancia. En algunos casos 
estos arcos han sido reutilizados y ya no están en su lugar de origen 
como el que adorna la plaza. Pero ahora, como el frio del invierno 
aprieta, la mayoría de las casas permanecen cerradas.
Entre Beberino y la Pola de Gordón
 nos topamos con el puente Tornero, descendiente de otro anterior, de la
 época de la dominación romana. El que hoy vemos, es del siglo XVIII 
pero a unos 20 metros quedan unos ojos mucho mas antiguos ¡Un puente 
largo, eh! . El Conde de Luna, bajo cuya jurisdicción se encontraba el concejo de Gordón,
 cobraba portazgo en este puente así que la gente tenía que “inventarse”
 otros caminos para evitar su pago pues aún sin Montoro ya eran tiempos 
difíciles. 
Podéis ver pinchando aquí, un libro curioso sobre los antiguos puentes de esta calzada 
Nosotros,
 en esta ocasión no lo cruzaremos  porque el final de nuestra ruta de 
hoy será esta  localidad  leonesa cabeza del ayuntamiento donde después 
de disfrutar de su historia y de sus paisajes lo haremos ahora de su  
gastronomía. 
Ah, y… ¡Buen camino, peregrinos!
Fotos y texto de Rafael Cid
















 
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