El albergue La Calera, que así se llama, está situado en el centro de Salamanca, junto al Huerto de Calixto y Melibea. Es de propiedad municipal y está regentado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Salamanca y gestionado por la organización HOSVOL (Hospitalero Voluntarios).
Salamanca, está en la Vía de la Plata, una ruta en la que el peregrino tiene por delante etapas muy largas, por ejemplo, desde Salamanca hasta Zamora hay solamente dos: hasta Cubo del Vino son 36 km y desde allí a Zamora otros 31 km.
En esta ocasión los peregrinos que recibí eran muy jóvenes, lo que me sorprendió gratamente, eran en su mayoría universitarios que bien iban a iniciar sus estudios o que estaban terminando. Me comentaban que en el Camino buscaban encontrarse con ellos mismos. Una peregrina eligió su carrera caminando entre Sevilla y Salamanca, había decidido hacer la carrera de Física y allí se lo comunicó a sus padres.
Recuerdo a una peregrina belga de tan solo 24 años que, estando en Salamanca, decidió cambiar de ruta e irse al Camino Francés, así que se fue en dirección a Logroño porque, dijo, en este había perros muy agresivos que la ladraban y les tenía miedo. La curiosidad me hizo preguntar a otros peregrinos y me confirmaron que se encontraban muchos mastines guardando ganado.
Otra peregrina, también belga, me contó que cerca de Sevilla vio como castigaban a un caballo, le pegaban y ataban las patas, se acercó a él, le acaricio y sin ninguna protección le montó. El caballo la derribó y tuvieron que trasladarla en helicóptero al hospital. Le pusieron 28 grapas en la cabeza. Me mostró la cicatriz y le pregunte si ahora tenía miedo a los caballos y me dijo que no, que el caballo la miraba después de derribarla como si sintiera lo que había hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario