Se suele celebrar en torno a una hoguera preparada para asar las castañas, por las fechas de todos los Santos y los vecinos se reúnen junto al fuego para compartirlas, beber vino, contar cuentos, cantar, bailar, jugar y gastarse bromas. Vamos lo que es una fiesta.
La salida como siempre desde Santo Domingo. La mañana era soleada y fría pero teníamos muchas ganas de disfrutar la jornada. Ya en Cubillos, en la pausa del café, nos mezclamos con compañeros de la Asociación organizadora. Despejados ya, nos dividimos en dos grupos. Uno capitaneado por Antonio el alcalde de Cubillos subimos al monte Meno desde donde disfrutamos de una magnífica panorámica sobre el pantano de Bárcena y la central térmica, en la actualidad en fase de desmantelamiento. También se domina desde lo alto la silueta y el humo de la nueva central de biomasa que no será suficiente para absorber a todos los trabajadores de la central cerrada. A lo lejos, a nuestra altura y separados por el rio Sil está el Santuario de la Virgen de la Peña, patrona del Bierzo Alto. Satisfechos por la vistas antes descritas y después de hacer las fotos de rigor que nos servirán de recuerdo del día, comenzamos el descenso para reunirnos en el pueblo con el grupo que quedó abajo y que acompañados por Charo, concejala de turismo del Ayuntamiento y vicepresidenta del Camino Olvidado, han visitado las orillas del pantano, los exteriores de la térmica y las calles y casonas del pueblo. También la iglesia dedicada a San Cristóbal donde contaron con las explicaciones de Abraham, avispado monaguillo de 12 años que se la conoce “ al dedillo” y lo mismo les hizo un toque de campañas como se atrevió a tocarles algo al órgano. Sin duda este chico tiene futuro.
A las 14 horas nos reunimos en los autobuses que nos llevaron a comer al restaurante el Bayo. Ambiente alegre y comida abundante regada con vino en la que, por supuesto, no faltó el botillo de la tierra. A los postres nos obsequiaron a todos con castañas asadas que para eso estamos en un magosto. En un ambiente tan alegre y distendido era de esperar que nuestro coro se lanzara a cantar. Y así terminamos la comida, cantando lo que se nos ocurría y por supuesto el colofón fue el himno de nuestra Asociación.
Ahítos de comida nos dirigimos al pueblo de Cabañas Raras donde visitamos el albergue municipal, recientemente inaugurado. Susana nos enseñó las instalaciones y Luis, presidente de la Federación firmó en el libro de honor y nos dirigió unas estimulantes palabras elogiando el esfuerzo de nuestros anfitriones por mantener vivo un Camino que hasta hace poco apenas era transitado por peregrinos.
También firmó en el libro el presidente de nuestra Asociación y entre buenos deseos por parte de todos comenzamos las despedidas porque el sol ya se está poniendo y tenemos que volver a León. Y eso hicimos con la satisfacción de un día muy bien aprovechado que nos servirá para recordar la fiesta del Magosto y también un tramo del Camino Olvidado por el que un grupo ilusionado de gente está luchando para darlo a conocer y hacer que los que por él caminen se sientan acogidos y seguros.
Texto: Ino Marcos Martin.
Fotografías. Ino Marcos, Ángel Chamorro y Pedro García.
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