El pasado 22 de febrero, organizado por el Espacio Cultural de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago León ¨Pulchra Leonina ¨, una treintena de socios visitamos la exposición de pintura «Estáticas inquietudes» del pintor leones, Fito de Manuel en la sala de exposiciones del Instituto Leones de Cultura, la muestra integrada por 43 pintura fue inaugurada en el mes de Diciembre y estaba previsto su cancelación a finales de febrero pero visto el éxito obtenido, continuara hasta finales de marzo.
Nuestra compañera Candelas Gómez Sánchez, nos remite una magnifica y técnica reseña de la exposición.
¨Al entrar en la sala, la primera impresión es impactante: una serie de personajes se muestran al espectador en actitud muy íntima, como si supieran que nadie los ve. Por lo tanto, expresan sus sentimientos con toda crudeza, sin disimulo.
Allí hay conflicto; sin entender nada ya se vislumbra que esas gentes no son precisamente felices.
Escuchando al autor nos damos cuenta de que nos hallamos ante un pintor-filósofo, sin poder determinar qué parte de pintor y qué parte de filósofo sobresale en su obra.
Por un lado, su temática corresponde al pesimismo humano que, según nos dice, puede estar en el ADN de la persona desde que el hombre se hizo sedentario.
Continuando con la exposición, observamos seres que parece se hayan rendido, resignado, a una vida de comodidad material que les impide un crecimiento interior. Los cojines, las almohadas, las telas envolventes aparecen en varios de sus cuadros representados de forma magistral; a través del color y la luz, el autor consigue plasmar la sensación de volumen y suavidad.
En algunas pinturas se observa un tratamiento exquisito de la iluminación: las ventanas proyectan claridad sobre los ropajes o los cuerpos, que adquieren gran realismo.
Puedo ver varios escorzos, cuerpos agitados, retorcidos, en posturas imposibles que parecen expresar su estado anímico convulso.
Por último, podemos contemplar una serie de pinturas cuyo asunto común es el bostezo. Están realizadas sobre tabla, en un formato estrecho y alargado que, junto con el monótono y chirriante sonido ambiental, acentúan aún más, si cabe, la sensación de claustrofobia.
Hombres y mujeres pensativos, serios, tristes, … ¿resignados? El pintor no parece expresar ningún optimismo ante el futuro.
Un rayo de dulzura y esperanza lo ponen los animales: perros, gatos, pájaros, caracoles… Ellos siempre están fuera. Así podemos decir que hay tres planos en la obra, tres niveles de realidad: el personaje encerrado, el animal libre y el espectador que contempla el cuadro.
Candelas Gómez Sánchez¨.
Fotografías: Rosa Gómez.
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