El pasado 27 de noviembre con una fresca mañana y luminosa helada, más de medio centenar de personas, pertenecientes a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León ¨Pulchra Leonina¨, partimos para visitar unos artesonados mudéjares de los muchos que se encuentran en los pueblos de la zona paramesa y varios en la zona de Los Oteros.
Salimos de León con esa emoción de descubrir algo de nuestra herencia bastante desconocida y por tanto, muy olvidada y abandonada, casi perdida, de nuestro patrimonio.
La primera parada fue en Valcabado del Páramo con la sorpresa y la suerte de encontrar al voluntario y erudito que nos instruyó de forma efectiva en los entresijos de la construcción de los artesonados mudéjares. Pero, aún más, nos contagió su entusiasmo por la magia que se encuentra en estas fabulosas obras. Poco a poco y con infinito tesón fue acostumbrando a nuestros oídos a los términos propios de esta técnica y sorprendentemente acabamos familiarizándonos con vocablos que antes nos eran desconocidos, tales como taujel, arrocabe, mocárabe, lazo reticular... y aprendimos que un faldón es un plano inclinado de una cubierta, que una lacería se realiza a base de azafates y arpados, que un almizate es la parte central del techo (dicho sin atender a la definición técnica). En fin, hasta ver que la madera se puede ataujerar y apeinazar.
Y, para mayor asombro, Roberto nos cuenta también que tres cartabones son suficientes para diseñar esas techumbres y armar esos cielos estrellados que forman todo un firmamento.
La Iglesia de Valcabado del Páramo, Santiago Apóstol, tiene un artesonado renacentista. Se compone esta estructura mudéjar de una armadura de cubierta en su nave de principios del siglo XVII.
Este entramado geométrico con estrellas de ocho puntos, entre otros elementos es el que previamente se había construido en la armadura de la capilla mayor de la Iglesia de La Asunción en Azares del Páramo. Aquí se encuentran combinaciones de ruedas de lazo de nueve y doce puntas. También hay que destacar un almizate cubierto por mocárabes dorados. Es increíble cómo se conservan todas sus policromías doradas, blancas, azules y color bermellón.
Cuenta esta preciosa iglesia también con un retablo rococó del siglo XVII, único en España con los doce apóstoles.
Texto:
Carolina del Río Martínez
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