25 Aniversario del albergue Parroquial de Bercianos del Real Camino.( Segunda Parte ).

Reconocimientos y Colaboraciones.

Terminado el acto religioso llegaron las palabras de agradecimiento por tantos años de dedicación que hicieron posible esta gratificante efeméride. Intervino en primer lugar el actual párroco, D. Jorge, que dirigió unas sinceras y emotivas palabras de gratitud a los participantes y un recuerdo especial a los que hicieron posible la hazaña en aras de la hospitalidad. Seguidamente, muy emocionado, tomó la palabra D. José María Álvarez Díez, vecino de Bercianos y uno de los primeros en trabajar en la restauración del albergue; nos habló de sus vivencias y mostró su agradecimiento por que hoy el albergue es esencia espiritual de acogida en la ruta jacobea y un orgullo para el pueblo. Después se sumó con un breve discurso el antiguo presidente de la Federación Española de Amigos del Camino de Santiago y socio de honor de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Pulchra Leonina, de León, D. Luis Gutiérrez Perrino, que dio fe de cuanto se había dicho.

 

A continuación, HOSVOL entregó dos placas conmemorativas del evento, en agradecimiento a las figuras clave de su historia: Ana I. Barreda (su antigua coordinadora) hizo entrega de la primera de ellas al muy querido matrimonio formado por Tina y Antonio (este ya fallecido), alma y vida para los hospitaleros; 

 la segunda placa fue entregada por Jorge, decano hospitalero de Arnedo, a los hermanos Rafael y José Antonio, cariñosamente llamados “Zipe y Zape”, que han servido como hospitaleros y cocineros durante más de 15 años. 

Degustación de un típico “vino peregrino”, oración de acción de gracias, anécdotas y cánticos.

Seguidamente, hacia las 20:00 horas hacia el crepúsculo, nos acercamos despacio al albergue, para homenajear y brindar, junto a los peregrinos, el evento alcanzado. Allí, en la fachada y contorno, en mesas corridas, los hospitaleros nos tenían preparado un típico vino peregrino para rematar este magnífico aniversario y que, tanto ha dado a tanta gente y bien nos sabe. Vino de la tierra, cava, cerveza fría, refrescos abundantes, viandas surtidas de picoteo para pequeños y grandes, tortillas españolas, empanadas de gustos varios, encurtidos típicos, chacinería curada leonesa, pastas y como colofón, melón y sandía, hicieron el mejor ambiente amigable y sosegaron nuestro buen yantar a esas horas de la tarde. Recordando aquello que decía San Benito, la gran figura monástica de la Edad Media, que la hospitalidad tenía que ser la primera virtud de los monjes o de los hospitaleros: "Que a los peregrinos se les saldrá a recibir con muestra de sincera caridad, saludándoles con una humildad profunda. Una vez acogidos, se leerá ante ellos la ley divina y luego se les obsequiará con todos los signos de la más humana hospitalidad";

terminamos esta peculiar cena comunitaria, junto a una oración conjunta, anécdotas de los muchos gratos momentos pasados y aliñados con cánticos peregrinos, fomentaron el encuentro y el intercambio de experiencias entre los peregrinos de diferentes orígenes que pernoctaban en ese día en el albergue.  A las 22:00 horas, ya el sol adormecido, nos dimos el fraternal abrazo de despedida, dejando allí una aureola de amistad y recuerdo.

La Mirada Peregrina.

El albergue parroquial de Bercianos del Real Camino, no podía dejar de hermanarse a su antigua torre, crisol y faro en la llanura, sin dejar de hacer huella conservando en su ilustre fachada, dos grandes tejas de pizarra procedentes de la antigua torre, haciendo más singular este lugar de descanso para los peregrinos, sino que también, manteniendo vivo, el valioso legado del pueblo. Con una mirada y guiño peregrino, podríamos decir que, este albergue se asemeja, de alguna manera, al de Grañón, (La Rioja), escuela y enseña del movimiento HOSVOL. La entrega de los hospitaleros voluntarios, la cena compartida y colaboración entre toda la comunidad, y el momento de reunión para que cada uno exprese sus pensamientos sobre el Camino de Santiago o la vida misma, son elementos distintivos de este lugar, de espiritualidad profunda y auténtica camaradería por parte de muchos caminantes.

Conclusión.

La tarde festiva de este 25 aniversario, no solo se celebró y ensalzó su historia, sino también el futuro prometedor de este refugio, símbolo de hospitalidad y encuentro entre los caminantes de todo el mundo. Durante estos fructíferos años, el albergue de donativo ha sido un punto de acogida y descanso para quienes recorren estas áridas tierras del Camino de Santiago. La hospitalidad cristiana que es ofrecida por voluntarios y, tiene como su papel primordial preservar esta tradición a través de los siglos, sin menos cabo del apoyo comprometido de la comunidad local y la participación de anónimas personas que contribuyen a su labor y evolución. El aniversario ha sido un momento clave para reflexionar sobre la simbiosis del albergue en la vida de los peregrinos y en los vecinos, así como el agradecimiento y apoyo continuo que ha permitido su supervivencia. El edificio, una imponente estructura de adobe, puede albergar cerca de 50 peregrinos diariamente. Al igual que en Grañón, los vecinos de Bercianos, siempre se han dado pródigamente con su albergue parroquial y sus peregrinos.

Texto: Pedro Antonio García Cordero.

Fotografías: Jomardi. (Algunas de las fotos son del mes de marzo y septiembre del año 2010).