viernes, 15 de marzo de 2024

XXXVII Asamblea anual de la FEAACS * en Santander


 *Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago

Días 1, 2, 3 y 4 de marzo. 

Organizada por la Asociación “Peregrinos por Cantabria”.


Otra vez los de la Pulchra, por “tierrucas” cántabras. Después de la realización del Camino del Norte, el Camino Lebaniego, el encuentro de asociaciones, ahora la tocaba el turno a la Asamblea Anual de la Federación.







Viernes 1

Llegamos a mediodía a Santander y después de acomodarnos en el hotel, tiempo libre para comer, algunos con un paseo previo a la orilla del mar.

Visitamos el Centro Botín que además de albergar una selección de cuadros del siglo XX, de autores como Juan Gris, Sorolla o Matisse, alberga también cinco exposiciones temporales de artistas becados por la Fundación Botín.




Posteriormente, nos desplazamos a las instalaciones de la catedral, en donde pudimos contemplar una magnífica exposición en paneles, realizada por la asociación de Tarrasa,  de fotografías de credenciales y especulas jacobeas, mientras los más veteranos aprovechaban para saludarse y charlar.








A continuación, nos adentramos en la propia catedral, donde fuimos recibidos por el Sr. obispo que nos dirigió unas palabras y por el coro “A Capella” de Santander, que interpretó varias canciones, englobadas con el título “Música para el Año Santo Lebaniego” .





Visitamos también la “Iglesia baja” situada debajo de la catedral, iglesia más antigua de Santander,  con explicaciones sobre ella.

Sábado, 2 de marzo. Segundo día de la Asamblea.



A partir de la 8:00 de la mañana, en el hotel desayuno rico, rico, tanto en sabores como en presentación y variedad. Un lujo.

A las 9:00 salimos con el bus hacia Santo Toribio de Liébana y Potes sólo los acompañantes, ya que los de dirección se quedan a deliberar y velar por nuestros intereses para que después nosotros podamos disfrutar de días como éste y todo lo demás que nos ofrecen nuestras Asociaciones.
 Gracias por vuestro trabajo y esfuerzo.
Hay alerta naranja, el tiempo está un poco revuelto y desde el bus al pasar podemos contemplar la bravura del mar. Estaba precioso. Llovíacopiosamente, pero “bendita lluvia”.








Llegamos al Monasterio de Liébana, donde por cierto al llegar nos dieron una calurosa bienvenida las autoridades eclesiásticas, oficiaron la misa y pidieron nuestra   colaboración para leer las escrituras y cantar sus salmos.













Al terminar la misa, y una vez recibido el alimento del alma nos dirigimos a Potes donde daríamos el gusto al cuerpo con un “Cocido Lebaniego” que estaba riquísimo, ¡vamos casi tan bueno como el nuestro!.






Después de comer visitamos allí mismo en Potes, la Torre del Infantado, Bien de Interés Cultural y Edificio Medieval (S. XV), bastión del Villa y de la Comarca que fue propiedad del hijo del rey Alfonso XI, Don Tello. Fue escenario de sangrientas luchas y defensa para los guerrilleros lebaniegos durante la guerra de la Independencia. Después se destinó a cárcel y luego a Ayuntamiento de la Villa.

Merece la pena visitar sus seis plantas. En la 2ª, 3ª y 5ª “El Cosmos de Beato de Liébana”.En la 4ª “Beatos”. En la 6ª el imponente mirador con vistas a la Villa, Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica. Y por último en las plantas 0) y 1ª “La Moda del Siglo XVI”. Digno de ver.


Hacia las 17:00, regreso a Santander. Tenemos que ponernos “guapos” porque tenemos la cena, y ahora sí que estaremos todos, en el “Gran Casino del Sardinero”.














El menú digno de reyes, el servicio de lujo y remató la noche el gran trovador de nuestra era, Miguel Cadavieco que con su rabel se convierte en príncipe de la palabra, y que por cierto, no es la primera vez que nos deleita con su música y su arte a nuestro paso por tierras lebaniegas.
Fue un día redondo.

Texto: Rosa G. Salvadores y Delia Álvarez Marinelli. 

Fotografías: Maribel Borrego, Rosa G. Salvadores y Federación.

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