El pasado domingo, 6 de diciembre y desde la Plaza Santo Domingo, empezamos una nueva jornada de magosto y confraternización por tierras bercianas. La ocasión, aunque anunciaba lluvia, no dejó de ser un espejismo, pudiendo disfrutar de un día espléndido, con la meritoria ayuda de Genaro y Marcos de Autocares Franco, nuestros conductores de cabecera.
La idea era hacer dos actividades bien distintas entre ellas y para todos los socios. La primera consistió en una caminata, y la otra, visita turística o día libre por la capital del Bierzo. Para ello, nos dividimos en dos grupos:
El 1º grupo hicimos la ruta de “la Senda de los Canteros” de 11 km., con dificultad moderada, deleitándonos de la espectacular garganta del rio Boeza y caminar entre sus macizos graníticos y la vía del tren que la serpenteaba. Comenzamos el trayecto en el Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de San Miguel de las Dueñas (Congregación Cisterciense femenina fundada en el siglo X, aunque el conjunto arquitectónico es de los siglos XVII y XVIII) y concluyendo en el centro de la ciudad, en la Plaza de la Virgen de la Encina. La llegada, fue un decir, pues nuestras almas libres de caminantes, hicieron su mejor impronta.
El 2º grupo tuvo la mañana a su libre albedrío, pudiendo visitar algunos de los iconos de la ciudad, como son: el castillo templario o de sus muchos museos, tales como: del Ferrocarril, de la Radio "Luis del Olmo”, del Bierzo, de la Energía "La Fábrica de la Luz" y de las Cofradías, del mismo modo que, su gran ambiente de terrazas, tapas y bares.
Hacia las 14:30h., los 82 comensales que celebramos este año la velada, nos congregamos para merendar cerca de la hermosa ribera del rio Sil, en el famoso restaurante “La Casa del Botillo” en la calle Matadero, 41; al cual, ya puestos, fuimos paseando por la orilla, como no podía ser de otra manera, aunque los últimos metros (1,5 km de IVA) nos hiciera despertar, aún más, el apetito y las ganas de alegrar el estómago con un rico olor a puchero, las ricas chacinas expuestas en la mesa, así como la tinta Mencía vertida los vasos. Entre medias, pudimos saludar al famoso músico y experto gaitero gallego” Carlos Núñez” que, por casualidad, también almorzaba allí. Después, castañas asadas, brindis, tertulia y ambiente de filandón con algún que otro chiste. Tampoco faltó cantar a capela alguna copla popular para avivar el tiempo del café y al generoso chupito de la casa. Finalmente, a las 18:30h., caía la tarde, y había pocas ganas regresar y seguir de fiesta, pero nuestros pacientes conductores, nos hicieron despertar a la realidad e iniciar el regreso. La vuelta a León fue sin novedad, llegando a la hora prevista: 20:00h., cerrando la actividad e ir pensando en la siguiente.
¡Buen camino, peregrino y peregrina de León…!
Texto: Pedro García.
Fotografías: Pedro García.
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