La segunda Conferencia programada de estas XXII Jornadas Jacobeas se celebró, el día 25 a las 20.00 horas a cargo de Javier Castiñeiras López.
Javier Castiñeiras López, en su conferencia titulada “Arte y arquitectura en el final del Camino,” nos ofrece un panorama visual del arte y las construcciones que aparecen desde León a Finisterre y que nos muestran varios estilos artísticos. En estos edificios se van encontrando alusiones al apóstol Santiago, aparece una visión de luminarias, tres tumbas que hacen referencia también a sus discípulos Atanasio y Teodoro, el obispo Teodomiro, gran impulsor del templo, etc.
Alfonso II inició una monumentalización del espacio mortuorio que fue la génesis de una antigua iglesia. En tiempos de Alfonso III se edifica una catedral románica, más audaz, de extraordinario tamaño, tomando como modelo la de San Salvador de Valdediós. Esta catedral románica se oculta hoy tras el estilo barroco posterior, pero podemos apreciarla en la portada de Platerías. Esta constituye un puzle formado por muchos de los relieves desmontados de otras zonas del templo.
El Barroco no derrumbó, sino que actualizó la imagen de la catedral, unificó el contorno exterior, plagado de construcciones anexas, y configuró espacios públicos amables, plazas en el corazón de la ciudad, como la del Obradoiro. De este estilo es la figura de Santiago Peregrino arriba, con Teodoro y Atanasio al lado del arca y dos reyes abajo, símbolo de la sumisión de la Corona al poder de la Iglesia.
La catedral de León, sin embargo, conservó su estilo gótico; si bien observamos en la catedral de Astorga una reforma barroca, distinta aunque comparable a la de Santiago.
En Muxía se reforma la capilla de la Virgen de la Barca con esbeltas torres pagadas por un emigrado a México. A su lado, de un estilo mucho más rompedor y contemporáneo, se levanta un monolito quebrado que su autor, el escultor Alberto Bañuelos Fournier, denominó “La Herida” y que hace alusión al desastre del Prestige.
De estética rupturista, la “Ciudad de la Cultura,” en Santiago, es ostentosa y atrevida. En forma de vieira, rinde culto al espacio y a la luz.
La no aceptación de esta obra por parte de la población puede compararse a la percepción del MUSAC, en León, que, por ser una construcción novedosa, no nos permite imaginar que sus ventanales de colores se inspiran en los vitrales de nuestra catedral.
Por último, Javier hace mención del cementerio civil que César Portela construyó en Finisterre. Arquitectura viva que, sin embargo, no ha sido comprendida por el público, a pesar de ser obra de un arquitecto premiado en múltiples ocasiones.
Texto: Candelas Gómez Sánchez.
Fotografías: Ino Marcos , Rosa Gómez y Jomardi.
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