Valdefresno y Villaturiel, municipios de la Sobarriba mantuvieron la tradición milenaria y honraron el pasado 23 de abril, Día de la Comunidad de Castilla y León y Día del Libro a la patrona de la Región Leonesa .
En su ofrenda la Hermandad, estuvo acompañada por el Ayuntamiento de Valverde de la Virgen y varias instituciones, entre ellas numerosos socios, algunas de ellos ataviadas con traje de peregrino medieval, pertenecientes a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León “Pulchra Leonina”, que tuvo un protagonismo especial al serle concedido el privilegio de acompañar al Pendón de la Tierra, que es el que abre la comitiva de pendones leoneses en esta peregrinación y ofrenda.
Los municipios de Valdefresno y Villaturiel, herederos de la antigua e histórica Hermandad de la Sobarriba, cumplieron un año más con una tradición milenaria y renovaron su devoción y su ofrenda a la Virgen del Camino con la Misa del Voto, que se celebra cada año el segundo domingo después de Pascua.
Los alcaldes de Valdefresno y Villaturiel habían promulgado un bando conjunto en el que invitaban a los vecinos de la Sobarriba a participar en una peregrinación que, pese a la amenaza constante de lluvia durante buena parte de la mañana, comenzó en el Centro Comercial Leclerc con presencia de numerosos romeros, Pendones al viento, música tradicional, flauta y tamboril, peregrinos medievales, capas pardas y otras similares, trajes regionales, alcaldes y compromisos, y finalizó en la Basílica Santuario de La Virgen del Camino, donde se celebró la Misa del Voto.
Esta romería data del siglo XII, cuando los pueblos de la Sobarriba hicieron una ofrenda a San Isidoro, pidiendo su intercesión contra la pertinaz sequía que asolaba los campos. La Hermandad de la Sobarriba, que estuvo vigente hasta 1808 y mantenedora de esa tradición, acabó derivando en los municipios de Valdefresno y Villaturiel.
El origen de la ceremonia está ligado a la ceremonia de Las Cabezadas, que cada año tiene lugar en el claustro de San Isidoro y que se centra en el remedio a la sequía del año 1158, atribuido a la intercesión del arzobispo sevillano, pero también leonés. Ese hecho legendario y milagroso es el origen tanto de lo que la ciudad de León trasladó a pie de los restos del santo como para lo que campesinos de las Hermandades de la Tierra del Viejo Reino mantuvieron con fidelidad en el mismo lugar señalado en el que se produjo este acontecimiento. Ambas ceremonias tienen como objetivo agradecer el fin de la sequía y vienen persistiendo durante siglos, aunque en el caso de la Hermandad de la Sobarriba (la única de las siete históricas que mantuvo la tradición gracias al compromiso de sus gentes sencillas), la ofrenda pasó a hacerse a La Virgen del Camino en virtud de cómo venían desarrollando los actos y la proximidad del templo al lugar del milagro.
Al finalizar la Eucaristía y después de besar el manto de la Virgen como manda la tradición, disfrutamos de los bailes tradicionales leoneses y de un abundante vino español.
Fotografías : Ramiro Martínez y Jomardi.
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