Camino del Vía Lucis de Beleña:
El día 2 de abril salimos de León a las 7h de la mañana desde la plaza de Sto. Domingo 15 intrépidos peregrinos sin arredrarnos por la lluvia y el frio pronosticados. Ibamos medio dormidos, pero a partir de Zamora la aurora nos despertó y el primer pueblo que contemplamos se llama Peleas como recuerdo de batallas medievales.
La historia de nuestros pueblos es apasionante. Además de batallas, hubo en Peleas de Arriba un monasterio llamado de Valparaíso, en el término de Bellofonte, y en una venta cercana nació Fernado III el Santo, que estaba destinado a ser rey privativo de León, pero por azares políticos reunió bajo su mando los reinos de Castilla y León en el año 1230. Ordenó luego el traslado de la abadía de Valparaíso al lugar donde había venido al mundo, sin duda para realzar su origen. Un monumento de piedra en la vieja carretera recuerda este acontecimiento. La extensa dehesa del Cubeto nos ofrece un paisaje primaveral de grandes encinas y buenos pastos para ganadería ovina y bovina.
Transcurre cercano lo que queda del antiguo ferrocarril de Plasencia a Astorga, y más al oeste, la Cañada de la Vizana, ruta pecuaria muy utilizada por los ganaderos de la Mesta. Esta vía tenía 90 varas de ancho, con "cordeles" y "ramales" secundarios. Transcurría paralela a la calzada romana de la Plata y va desde las montañas de León a las dehesas de Extremadura. Un paisaje con historia, literatura, botánica... Una maravilla.
Contemplamos Salamanca a lo lejos, llamada Roma la Chica, museo al aire libre que vimos a lo lejos, pero que tuvimos que dejar de lado. Solo las torres de las catedrales, de la Clerecía y de S. Esteban se distinguían con claridad. Más cercana, una "Puerta de Alcalá" nos invitaba a entrar. Pero como dice un viejo romance: " Aunque más tengáis no me puedo detener".
Llegamos a Beleña a las 9.20h, donde nos recibieron en la Residencia de la 3ª edad con música y todo el afecto. Nos obsequiaron con un excelente desayuno a base de chocolate y churros a discreción.
El entusiasta cura D. José Mª Blas nos dirigió unas palabras de bienvenida y glosó la figura de Ángel Domínguez Velázquez en el aniversario de su muerte. Un hombre del pueblo, polifacético, trabajador incansable, que esculpió las imágenes de los santos que íbamos a procesionar. Debió ser un hombre admirable en todos los sentidos, austero consigo y solidario con los todos, para el que trabajar era su gran pasión y la mayor honra de un varón fuerte como él. Hombres así necesitan nuestros pueblos. Ojalá surjan muchos como él que den más vida a nuestra tierra. También nosotros le rendimos homenaje.
Beleña es un pueblo pequeño, bien cuidado, con arquitectura popular de piedra... encantador. Tiene una iglesia dedicada a S. Antonio de Padua y otra a S. Cristobal, donde se concelebró una misa preciosa a las 11h.
Salimos en dirección a Sanchofuerte por un camino entre fincas, flanqueado por encinas, los viejos árboles que lo mismo resisten las heladas del invierno que los abrasadores calores del verano, y algunos fresnos en las vaguadas. Cigüeñas en sus nidos y buitres en el cielo parecían extrañarse de una comitiva tan variopinta... Los caballistas que nos escoltaban y los tractores en medio transportando las imágenes ofrecían una pintoresca estampa digna de fotografiarse constantemente.
Llegamos por fin a una vieja y enorme casona deshabitada, utilizada como almacén de aperos de labranza, donde Blas dirigió la oración. Un silencio contemplativo y el cántico espiritual dieron paso a una comida campestre a base de lentejas estofadas y churrasco.
Emprendimos la marcha hacia Sayaguente, una buena finca de ganado vacuno donde rezamos el "Angelus". Los herederos de la familia de la finca de Tomasita y Juan Heras nos obsequiaron con unas pastas y bebidas refrescantes. Antonio García y sus amigos se desvivieron en atenciones. Pertenece Sayaguente civilmente a Beleña y religiosamente a Pedrosillo. ¡Avatares de la historia!
Emprendimos la marcha hacia el pueblo de Pedrosillo de los Aires, un bonito pueblo situado en un alto, que hace honor al nombre porque soplaba un viento que cortaba el rostro. Antiguamente se llamaba Pedrosillo de los Cristales por una explotación de cristales de cuarzo que había, pero un día de mucho viento lo visitó el obispo de la diócesis y sugirió cambiarle el apellido. ¿Y quién se atreve a contradecir a un obispo?
Allí nos esperaba la gente con buena música ambiental y, después de rezar una oración, tomamos un buen café con algún licor de la tierra para levantar los ánimos. Algunos entramos en la iglesia gracias a Margarita que amablemente nos abrió la puerta y explicó su historia. Resulta que antiguamente formó parte de un monasterio benedictino y ahora es lo que queda. Efectivamente, allí estaba S. Benito, con su cuervo, que le salvó la vida cuando quisieron envenenarle. Es el patrón del pueblo. Buena escultura, pero más interesantes son el "Ecce Homo" y una Inmaculada del s.XVI, procedente de la capilla de una finca abandonada. Cuando se abandonó tuvieron el detalle de llevarla a Pedrosillo. El retablo está restaurándose. El artesonado mudejar y el coro son muy originales. Toda la iglesia de tres naves está construida con piedra, sillería de granito de la zona, y es monumental, digna de ser declarada BIC.
Bajamos de Pedrosillo hacia finca "Las Calbetas” y subimos con esfuerzo duro a la llamada "Dueña de Arriba", que tiene dos grandes miliarios con epígrafes de la calzada romana a la entrada.
Emprendimos la marcha hacia el pueblo de Pedrosillo de los Aires, un bonito pueblo situado en un alto, que hace honor al nombre porque soplaba un viento que cortaba el rostro. Antiguamente se llamaba Pedrosillo de los Cristales por una explotación de cristales de cuarzo que había, pero un día de mucho viento lo visitó el obispo de la diócesis y sugirió cambiarle el apellido. ¿Y quién se atreve a contradecir a un obispo?
Allí nos esperaba la gente con buena música ambiental y, después de rezar una oración, tomamos un buen café con algún licor de la tierra para levantar los ánimos. Algunos entramos en la iglesia gracias a Margarita que amablemente nos abrió la puerta y explicó su historia. Resulta que antiguamente formó parte de un monasterio benedictino y ahora es lo que queda. Efectivamente, allí estaba S. Benito, con su cuervo, que le salvó la vida cuando quisieron envenenarle. Es el patrón del pueblo. Buena escultura, pero más interesantes son el "Ecce Homo" y una Inmaculada del s.XVI, procedente de la capilla de una finca abandonada. Cuando se abandonó tuvieron el detalle de llevarla a Pedrosillo. El retablo está restaurándose. El artesonado mudejar y el coro son muy originales. Toda la iglesia de tres naves está construida con piedra, sillería de granito de la zona, y es monumental, digna de ser declarada BIC.
Bajamos de Pedrosillo hacia finca "Las Calbetas” y subimos con esfuerzo duro a la llamada "Dueña de Arriba", que tiene dos grandes miliarios con epígrafes de la calzada romana a la entrada.
El Pico de La Dueña es el lugar más alto de toda la vía romana entre Mérida y Astorga. Durante la bajada a "Dueña de Abajo” una enorme piara de cerdos ibéricos de "pata negra" salieron a saludarnos haciendo cabriolas.
La cuarta parada es en Fuentesanta, antigua "mansio o mutatio" romana, llamada entonces Sentice, una parada de postas de antiguos viajeros, situada justo a la mitad del trayecto de la vía de la Plata entre Astorga y Mérida. Via de la Plata es nombre que proviene de la contracción y evolución de la palabra árabe "balata", que significa empedrada. La calzada, aunque ya existía antes de la conquista romana, (el general cartaginés Aníbal también la recorrió cuando se adentró en la Meseta), fue construida por soldados romanos a conciencia, para que durara eternamente. Ya me gustaría a mí ver cómo quedarán nuestras carreteras transcurridos 2000 años.
¿Cómo lo hacían? Primero cavaban una zanja de 1.5m de profundidad y echaban una buena capa de grandes piedras unidas con mortero como cimiento (statumen), encima otra capa de cantos (rudus), luego una tercera capa de gravilla (nucleus) y finalmente unas losas de piedra como pavimento (summum dorsum). Dos zanjas (sulci) a modo cunetas, a ambos lados, recogían el agua caída sobre la calzada que estaba ligeramente resaltada el centro para que resbalara lateralmente. Cada milla romana disponía un "miliario "que informaba a los viajeros de la distancia a la población más cercana, o incluso a la propia Roma. Algunos miliarios también tenían una dedicatoria de quien la mandó construir. A la entrada de la monumental iglesia de Fuenterroble hay una reproducción de la técnica empleada.
La cuarta parada es en Fuentesanta, antigua "mansio o mutatio" romana, llamada entonces Sentice, una parada de postas de antiguos viajeros, situada justo a la mitad del trayecto de la vía de la Plata entre Astorga y Mérida. Via de la Plata es nombre que proviene de la contracción y evolución de la palabra árabe "balata", que significa empedrada. La calzada, aunque ya existía antes de la conquista romana, (el general cartaginés Aníbal también la recorrió cuando se adentró en la Meseta), fue construida por soldados romanos a conciencia, para que durara eternamente. Ya me gustaría a mí ver cómo quedarán nuestras carreteras transcurridos 2000 años.
¿Cómo lo hacían? Primero cavaban una zanja de 1.5m de profundidad y echaban una buena capa de grandes piedras unidas con mortero como cimiento (statumen), encima otra capa de cantos (rudus), luego una tercera capa de gravilla (nucleus) y finalmente unas losas de piedra como pavimento (summum dorsum). Dos zanjas (sulci) a modo cunetas, a ambos lados, recogían el agua caída sobre la calzada que estaba ligeramente resaltada el centro para que resbalara lateralmente. Cada milla romana disponía un "miliario "que informaba a los viajeros de la distancia a la población más cercana, o incluso a la propia Roma. Algunos miliarios también tenían una dedicatoria de quien la mandó construir. A la entrada de la monumental iglesia de Fuenterroble hay una reproducción de la técnica empleada.
Por esta vía entró el cristianismo en la Península, desde África hasta Asturias. Más tarde, ya en la Edad Media, fue utilizada por los musulmanes en su invasión y por los reyes cristianos durante la reconquista. Los pastores de la trashumancia todavía la recorren. Es un camino verdaderamente ecuménico...
En este lugar de abundante en agua se construyó el antiguo convento franciscano del que aún quedan abundantes ruinas entre la maleza. Mudos cipreses del convento se contemplan entre sus ruinas desde la campa.
Blas y otro joven cura de casi 90 años nos exhortan a renovar las promesas bautismales, cosa que hacemos con entusiasmo, porque creemos en su mensaje, y mientras no exista otra mejor, la palabra de Jesús es la que más nos convence a todos los peregrinos que asistimos, pues da un sentido a la vida y una respuesta la muerte.
El Ayuntamiento de Frades de la Sierra nos reconforta con un buen chocolate, pastas y agua.
El recuerdo de Gabriel y Galán está presente entre todos los caminantes: " Mi patria es la aldea donde he nacido, donde existe aun caliente mi pobre nido, donde viven los seres que me han querido, donde vuelan las almas que me arrullan y alientan”. Efectivamente en Frades se Conserva muy bien cuidada la casa familiar del maestro y poeta, convertida ahora en museo biográfico que merece la pena visitar.
La quinta estación, con las fuerzas flaqueando y el viento de cara más frío, es en el cruce de Palacios - Casafranca, donde cantamos "Peregrino a dónde vas". Seguimos adelante, frío y cansancio. La noche se acerca, pero con los pies calientes el camino no se resistió. Se divisaba Fuenterroble a lo lejos y con un último esfuerzo llegamos al pueblo. Descansamos un poco, pero enseguida vamos a la iglesia a celebrar unas vísperas muy especiales. El cura Blas amenaza con la excomunión a los "impíos" que vayan a ver cierto partido de fútbol. El ambiente en la hermosa iglesia era excelente. Hacía frío, pero teníamos calor. Se cantó una canción alusiva a cada imagen. Nos entregaron los evangelios y el certificado de la peregrinación.
Después nos despedimos en el albergue mientras tomamos una ligera cena de pie, con la ilusión de volvernos encontrar el próximo año, y emprendimos la vuelta a León cansados, pero contentos. Un sueño reparador nos hizo más breve el viaje.
Nuestro agradecimiento más cariñoso al cura Blas, a Manuel (Pirri de Berrocal), a Isidoro de Sanchotuerto, a toda la familia de Sayaguente, a Margarita de Pedrosillo, al ayuntamiento de Frades, a los músicos que nos amenizaron toda la jornada y a todas las personas que contribuyeron a que la peregrinación del " Via Lucis" resultara un día feliz. Si vienen a León, y se lo recomiendo, les corresponderemos con el mismo afecto.
"Somos carro y corcel y carretero, somos barro y camino, anhelo y prisa que nos lleva a un destino de cristales" (Mercedes Marcos)
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Adjuntamos algunas imágenes de este día, pero como siempre, lo mejor es vivirlo. ¡Os esperamos el próximo año!
En este lugar de abundante en agua se construyó el antiguo convento franciscano del que aún quedan abundantes ruinas entre la maleza. Mudos cipreses del convento se contemplan entre sus ruinas desde la campa.
Blas y otro joven cura de casi 90 años nos exhortan a renovar las promesas bautismales, cosa que hacemos con entusiasmo, porque creemos en su mensaje, y mientras no exista otra mejor, la palabra de Jesús es la que más nos convence a todos los peregrinos que asistimos, pues da un sentido a la vida y una respuesta la muerte.
El Ayuntamiento de Frades de la Sierra nos reconforta con un buen chocolate, pastas y agua.
El recuerdo de Gabriel y Galán está presente entre todos los caminantes: " Mi patria es la aldea donde he nacido, donde existe aun caliente mi pobre nido, donde viven los seres que me han querido, donde vuelan las almas que me arrullan y alientan”. Efectivamente en Frades se Conserva muy bien cuidada la casa familiar del maestro y poeta, convertida ahora en museo biográfico que merece la pena visitar.
La quinta estación, con las fuerzas flaqueando y el viento de cara más frío, es en el cruce de Palacios - Casafranca, donde cantamos "Peregrino a dónde vas". Seguimos adelante, frío y cansancio. La noche se acerca, pero con los pies calientes el camino no se resistió. Se divisaba Fuenterroble a lo lejos y con un último esfuerzo llegamos al pueblo. Descansamos un poco, pero enseguida vamos a la iglesia a celebrar unas vísperas muy especiales. El cura Blas amenaza con la excomunión a los "impíos" que vayan a ver cierto partido de fútbol. El ambiente en la hermosa iglesia era excelente. Hacía frío, pero teníamos calor. Se cantó una canción alusiva a cada imagen. Nos entregaron los evangelios y el certificado de la peregrinación.
Después nos despedimos en el albergue mientras tomamos una ligera cena de pie, con la ilusión de volvernos encontrar el próximo año, y emprendimos la vuelta a León cansados, pero contentos. Un sueño reparador nos hizo más breve el viaje.
Nuestro agradecimiento más cariñoso al cura Blas, a Manuel (Pirri de Berrocal), a Isidoro de Sanchotuerto, a toda la familia de Sayaguente, a Margarita de Pedrosillo, al ayuntamiento de Frades, a los músicos que nos amenizaron toda la jornada y a todas las personas que contribuyeron a que la peregrinación del " Via Lucis" resultara un día feliz. Si vienen a León, y se lo recomiendo, les corresponderemos con el mismo afecto.
"Somos carro y corcel y carretero, somos barro y camino, anhelo y prisa que nos lleva a un destino de cristales" (Mercedes Marcos)
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Adjuntamos algunas imágenes de este día, pero como siempre, lo mejor es vivirlo. ¡Os esperamos el próximo año!