JOSE MARIA GUERRA VALLE
El domingo 2 de junio se realizó
la tercera etapa del Camino Francés. Como viene siendo habitual, la plaza de
Santo Domingo de León fue el punto de partida del autocar que nos trasladaba
hasta San Justo de la Vega,
donde iniciaríamos nuestro caminar. Nos recibió una mañana de primavera con
mucho sol aunque con una más bien fresca temperatura, pues los termómetros no
marcaban más de 8 grados. A las 8:30 en punto, hora convenida, el autocar
inicio su marcha y tras una breve parada junto al colegio Público Quevedo, para
recoger a otros participantes en la etapa, nos dirigimos a nuestro punto de
inicio.
La llegada a San Justo de la Vega
Llegamos a San Justo de la Vega
y, a las 9:20, comenzamos nuestro caminar por la calle Real y, caminados 300 metros, salvamos el río Tuerto por una pasarela
metálica paralela al puente de piedra y unos metros más adelante dejamos el
paseo y tomamos una pista que desemboca en el río Jerga, que lo salvamos por un pequeño puente, de probable
origen romano. Nos acercamos de esta forma hasta la pasarela metálica que
salva las vías de la línea férrea Palencia-La
Coruña; dicha pasarela es un mareante laberinto de rectas y alturas.
Pasarela metálica
Acto seguido pasamos la
desmantelada vía Plasencia-Astorga y
tras la rotonda, decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, entramos
en el caserío de Astorga.
Rotonda a la entrada de Astorga
Tras salvar una dura cuesta,
pasamos junto al albergue público de los Amigos del Camino y al conjunto
formado por la capilla de la
Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas.
De inmediato llegamos a la plaza del ayuntamiento donde, debido a la
celebración del Corpus Christe, se estaba construyendo un bonito tapiz de
flores
Tapiz de flores en la plaza del Ayuntamiento de Astorga
Desde el inicio de la etapa hemos
caminado ya 3,57
kilómetros. Debido a la gran cantidad de confiterías que
hay en la localidad, es muy difícil abandonar la antigua ciudad romana sin
haber probado un solo dulce. Después de callejear y tras pasar junto a sitios
emblemáticos como el Palacio Episcopal, magnífica obra de Gaudí, y la catedral,
dedicada a Santa María, siendo la sede episcopal de
la diócesis de Astorga, documentada desde el siglo
III con el título de Apostólica. La actual catedral comenzó a edificarse por la
cabecera en 1471, y la fachada principal, en barroco,
es del siglo XVIII.
Vista del Palacio Episcopal
Salimos del caserío cruzando la
antigua N-VI y tiramos en dirección a
Castrillo de Polvazares y Santa Colomba de Somoza por la acera y en
paralelo a la LE-142, bajando
suavemente hasta la altura de Valdeviejas, por cuyo caserío no pasamos,
y donde se encuentra la pequeña ermita
del Ecce Homo, construcción del siglo XVIII que fue
restaurada completamente en 2007; aquí paramos a sellar la credencial. Nos
desviamos unos 100 metros
a la derecha de la ermita, por la carretera que conduce al caserío, y en la
primera casa que encontramos, visitamos el albergue
de peregrinos inaugurado en 2010.
Albergue
de peregrinos de Valdeviejas
Nos
estamos acercando a la mitad de la mañana y ya el calor comienza a notarse; la
temperatura ha subido bastante y no tenemos posibilidad de buscar sombra, así
que nuestra botellita de agua es una de las mejores compañías.
Dejamos
atrás la ermita y salvamos, por un paso elevado la autovía A-6, tomando un andadero al pie de la LE-142
y mas adelante salvamos el cauce del río Jerga. Nada mas pasarlo, nos encontramos con un curioso
matrimonio y su perrito (el es portugués y la señora es gallega) que están
realizando el camino Lisboa-Santiago-Jerusalem, y a los que les deseamos
¡¡¡buen Camino!!!
Matrimonio que realizaba el Camino
Lisboa-Santiago-Jerusalem
Continuamos pegados a la carretera para, en unos 400 metros, salir por la
izquierda y atravesar Murias de Rechivaldo, población maragata, y donde ya
hemos caminado 8,52
kilómetros. La parroquial de San Esteban, del XVIII, queda a mano derecha y
nosotros pasamos junto al mesón El Llar
y el albergue privado Las Aguedas,
tomando en ese momento una larga recta, de 2,5 kilómetros, en
ligera subida
Camino a la salida de Murias de Rechivaldo
Este nos
lleva a cruzar, con gran cuidado, la
LE-142, y tomar un
andadero pegado a la LE-CV-192. Cerca de media hora después,
ascendiendo de forma muy tendida, pasamos junto a un área de descanso que nos
queda la derecha y, acto seguido, arribamos a Santa Catalina de Somoza, donde ya hemos caminado 12,86 kilómetros,
mas de la mitad del recorrido. Es un antiguo pueblo de arrieros maragatos, de
recias casas con portalones de doble hoja siempre pintados de algún color
primario. Un par de albergues, dotados de bar, y un mesón, nos pueden permitir un
pequeño descanso si así se requiere. Atravesamos el pueblo por la calle Real y, prácticamente al final del
caserío, salimos a la carretera justo donde se halla un moderno crucero sobre
base de piedra
Crucero a la salida de Santa Catalina de Somoza y miembros de la Asociación caminando
Caminamos
casi 300 metros
por la LE-CV-192
y recuperamos el andadero que va pegado a ella, que de nuevo sigue en un
ascenso casi imperceptible. Caminados 16,94 kilómetros
desde el inicio, llegamos al caserío de El Ganso y en él nos
encontramos el famoso Cowboy bar,
lugar donde algunos reponemos nuestra necesidad de hidratarnos.
Entrada al bar Cowboy
Pasamos
después junto a una fuente pegada a la iglesia de
Santiago,
accediendo de nuevo al asfalto de la carretera, continuando unos metros por
ella y, finalizada la localidad, nos aguarda el mismo guión: la
monotonía del andadero, que en algunos tramos se estrecha y obliga a caminar
muy pegados al asfalto, aunque también se ensancha junto a un pinar. Después dejamos
a mano derecha el cruce a las localidades de Rabanal Viejo y La Maluenga y, tras
pasar sobre el río Rabanal
Viejo, abandonamos la carretera por la derecha, para tomar
una senda que sube entre un robledal, avanzando pegados a una valla rematada de
cruces hechas con palos, donde algunos peregrinos se detienen a colocar la
suya.
Cruces de madera colocadas por los peregrinos en la valla metálica
Volvemos
de nuevo junto a la carretera y vemos, a mano izquierda, el monumental roble
del peregrino, conocido por el sobrenombre de carballo de Fonso Pedredo
Roble del peregrino, cerca ya de Rabanal del Camino
Seguimos
nuestro camino y un poco mas adelante, también a mano izquierda, está la ermita del Cristo de la Vera Cruz,
propiedad de la Junta
Vecinal y, antes de llegar al asfalto de la LE-142, tomamos por la derecha para acceder,
por la calle Real, al caserío de Rabanal del Camino, donde hemos caminado los 23,96 kilómetros
de nuestra etapa. Una vez allí, hemos dado buena cuenta de las
viandas de la comida, bien las que hemos llevado cada uno de nosotros o las que
nos han proporcionado los diversos establecimientos con los que cuenta la
localidad. Un bien merecido reposo, tras la comida, y una visita a la iglesia
de la localidad, nos acerca a la hora de partir en autocar hacia León. Son las
18:30 de la tarde y nos despedimos de Rabanal; tras casi una hora de viaje,
estamos de nuevo en la ciudad de León y hemos dada por concluida la actividad
del día de hoy.
JOSE MARIA GUERRA VALLE
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