La salida desde León es neutralizada hasta el Carbajal de la Legua. Allí nos citamos a las ocho y media de la mañana, y yo, debutante en las caminatas, decidí hacer esta legua como rodaje previo. Poco más de una hora para dejar claro que un domingo a las antes de las ocho de la mañana en León no hay ni perro que te ladre. La agradable temperatura y lo cómodo del trazado facilitan llegar a Carbajal.
Este camino esta marcado con postes de la Asociación Cuatro Valles, con mojones, y como no, con las flechas amarillas, en suelo, bordillos, piedras y farolas (y para altos y bajos)
En Carbajal se notan los efectos del ladrillazo: bien parece que se hubiera cambiado el plantar chopos por el cultivo de chalets adosados en las vegas del Bernesga. Llegado al lugar de la cita, al final del pueblo, dónde la bodegas, se confirma esta impresión: solo queda una bodega que resiste el afán urbanizador.
Allí, a la par que mis botas, llegan puntuales los compañeros de Asociación, algunos de los cuales salen inmediatamente, mientras que otros esperan a los rezagados, que al final, no lo son tanto.
Ya desde la salida de Carbajal el camino nos lo han cambiado, tanto que hay quien no reconoce el trazado. Una reciente obra ha ensanchado y nivelado el camino, que no mejorado. Esperamos que con el paso del tiempo se recupere un poco más el aspecto de camino y deje de parecer una pista. Este tramo inicial sube suavemente, lo que en este buen día nos da unas vistas estupendas de la vega del Bernesga, Carbajal y de León.
Pasado el tramo inicial de ascenso, el sube-baja (más sube que baja) continua, pero en un paraje mucho más agradable, rodeado de diferentes tipos de arboleda, en todo su esplendor primaveral.
Compartimos este tramo con un peregrino (osea, otro peregrino que no era de nuestra Asociación, que peregrinos somos todos) que inició este día el Camino de San Salvador. José Ángel, de Alfaz del Pi, a quien de inicio tomamos por extranjero sin serlo, resultó ser peregrino experimentado, incluso pionero en abrir nuevas rutas en la Comunidad de Valencia. Había salido desde León buscando un café, y con nosotros hizo parte de su etapa... sin encontrar donde tomarlo. Al menos compartimos juntos un tramo del Camino.
Camino, que por cierto, presentó alguna cuesta interesante.
Poco más allá, el punto de descanso, donde esperaban los más raudos dando cuenta de viandas varias. Tras firma en el libro de paso de peregrinos, nos sumamos al grupo compartiendo bocadillo, reparto de muy ricas magdalenas y degustación de licores muy logrados. No todo el Camino va a ser sufrir, ¿verdad?.
Desde aquí a Cabanillas, es un cómodo paseo,
y llegamos justo a tiempo para ver el estupendo albergue y recibir la llegada de los tradicionales Pendones, acompañados por la Banda de Música de la Cofradía del Dulce Nombre.
Después, Santa Misa en la iglesia, pequeña, sencilla y con una interesante decoración pintada. Y al finalizar, la procesión portando el Bendito Cristo hasta la otra iglesia de Cabanillas.
y desde aquí, a disfrutar del convite con muy rico (y abundante) escabeche. Escabeche, con huevo cocido, casco de cebolla, pan y vino, con bonus de pastas y mistela. De esto, no hay foto, pues como debutante, ¡no quise perder bocado entre foto y foto! Pero fácilmente podréis comprobarlo por vosotros mismos; la Cofradía del Bendito Cristo de Cabanillas goza de una estupenda salud, como comprobamos con la renovación y entrada de nuevos socios, y de seguro, al próximo año repetimos. Porque de lo bien que lo pasamos, si hay pruebas:
Que de todo lo aquí escrito podeis fiaros, pues también da fe (y buenas fotos) nuestro compañero Daniel Paniagua en su blog camino de las luciernagas .
¡Hasta el año que viene!
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