Domingo 10 de noviembre de 2024.El Burgo Ranero _ Reliegos.
Hemos sellado aquí nuestra credencial y salimos de El Burgo Ranero por la calle Real pasando al lado de la Iglesia de San Pedro. Este templo tiene un retablo mayor renacentista del siglo XVI en madera policromada, una cruz procesional de plata y albergó una talla románica de la Virgen de las Nieves que se puede ver en el Museo de León.
Llegamos a la altura de la famosa Laguna de la Manzana: cuenta la leyenda que sus aguas sucias y oscuras se volvieron claras cuando un niño arrojó a la charca el corazón de una manzana que le había dado un peregrino. Muchos peregrinos son los que disfrutan y fotografían aquí las hermosas puestas de sol al atardecer.
Retomamos la pista arbolada. De aquí a Reliegos nos quedan trece kilómetros sin poblaciones intermedias, tan sólo hay varias áreas de descanso repartidas por el camino.
A unos ocho kilómetros desde que dejamos El Burgo Ranero alcanzamos el cruce de la carretera a Villamarco, que queda a nuestra izquierda a poco más de un kilómetro. Hay aquí un pequeño aeródromo y escuela de pilotos. Nosotros paramos en el área de descanso de Villamarco -muy nueva y cuidada- donde hay una colección de esculturas dedicada a las labores agrícolas.
Continuamos la marcha. Un peregrino delante de nosotros ha parado para poner su funda a la mochila y sigue su camino y otro grupo nos adelante en bici. Llegamos a la altura de un hito que marca que faltan 340 kilómetros para llegar a Santiago de Compostela. Más adelante, en una de las cruces que vemos en el camino donde los peregrinos dejan piedras de recuerdo, una me llama la atención porque está escrita y tiene un dibujo y el mensaje que figura en ella dice en inglés: “Camino with no tears is not Camino”, es decir “El Camino sin lágrimas no es Camino” y yo estoy de acuerdo.
¡Seguimos caminando y… oh milagro!... la pista dibuja una curva y cruzamos la vía del tren por un paso inferior y más adelante, tras superar un leve repecho llegamos a Reliegos. Nos sentamos en el primer bar que encontramos abierto a tomar algo y comer. Van llegando peregrinos.
Hablamos con un chico de Taiwan que ha empezado a caminar en Saint Jean de Pied de Port y con otro italiano que hoy también comienza su etapa en Bercianos. Les regalamos una pasta que antes hemos comprado en una pequeña tienda de alimentación que está abierta a la entrada de la localidad frente al bar. Ellos se sientan también en la terraza donde ya hay más peregrinos.
La denominación oficial es Reliegos y la denominación histórica es Reliegos de las Matas. Su origen pudo ser el asentamiento romano de Pallantia donde confluían varias calzadas romanas.
Reliegos pertenece al Ayuntamiento de Santas Martas. A la entrada del pueblo, además de ver algunas bodegas, un cartel informativo nos da la bienvenida y nos informa de lo que podemos ver en él: el Camino Francés atraviesa Reliegos por su calle principal y a menos de un kilómetro del casco urbano se encuentra la Ruta Jacobea de la Vía Trajana (camino opcional que conecta Calzada del Coto con Mansilla de las Mulas). Reliegos, también conocido como el “pueblo del tomate” tiene importante arquitectura tradicional en adobe y tapial como palomares y bodegas excavadas en la tierra. Tiene varias áreas de descanso:
- En e Camino Francés: el “Valle de Santa María”
- A la salida de Reliegos: “Las Matrices”
- En la Vía Trajana: “Valduríán”
En la Iglesia de San Cornelio y San Cipriano se conservan importantes pintura y tallas barrocas como la de San Lázaro vestido de peregrino y el Cristo de Cabecera de la Iglesia. Especialmente significativa es una talla románica de madera policromada de finales del siglo XII de la “Virgen de la O” sentada con el niño a la izquierda.
Otro emblema del pueblo es su Pendón: hoy en día se emplea en fiestas y en acto religiosos especiales. Tiene seis franjas de seda roja y dos verdes unidas entre sí por galones bordados en hilo de oro.
Después de comer, damos una vuelta por el pueblo. De frente nos encontramos con la llamativa fachada del “Bar Elvis”. Nos dirigimos al Albergue Municipal “Dn. Gaiferos” donde sellamos la credencial y hablamos unos minutos con la persona que está atendiéndolo en ese momento. Nos llegamos hasta el área de descanso a la salida del pueblo donde nos hacemos una foto en la estatua homenaje al peregrino y en las letras del nombre de Reliegos de las Matas donde la letra “o” es la figura de un tomate.
Vemos la flecha que indica que “A MANSILLA UNA LEGUA” y volvemos al centro por la calle principal que es la calle Real. En esta calle una placa recuerda un hecho histórico muy curioso sucedido en el lugar: la caída de un meteorito.
Como dice la placa colocada por el Ayuntamiento de Santas Martas “en este mismo lugar de Reliegos el 28 de diciembre de 1947, día de los Santos Inocentes, a las 08:30 horas de la mañana, con una niebla espesa, cayó un meteorito (condrita ordinaria L5) que se hundió unos 35 cm. Medía aproximadamente 23 cm de largo, 10 de ancho y 10 de alto. Pesaba más de 17 kg y se fraccionó en 3 trozos en el impacto, causando un gran susto al vecindario - ¡vaya inocentada vivieron! -. Actualmente está expuesto en el Museo de Ciencias de Madrid.
Llegamos a la terraza donde estuvimos comiendo y esperamos allí hasta la hora. Siguen pasando bastantes peregrinos -una pareja lo hace acompañada de su perro-.
Salimos pronto y llegamos a León en un momento.
Da tiempo a ducharse y salir para aprovechar la tarde.
Nos queda un día más de Camino Francés añadido al calendario de este año 2024.
El próximo 24 de noviembre disfrutaremos de otra nueva etapa jacobea.
Empezamos en Reliegos y ya sabemos que de Reliegos a Mansilla el camino nos lleva una legua más lo kilómetros que haya que andar después. Nos vemos ese día y contaremos posteriormente la crónica en el blog.
¡Buen Camino!
Texto: Marta María Fernández Santos.
Fotografías: Rosa Gómez, Marta María Fernández, Juanjo Robles y Jomardi.
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