Acudimos como “moscas a la miel” 139 personas de la asociación, para encontrarnos con mesa y mantel puestos, en el restaurante del hotel Infantas de León.
Esta concurrida convocatoria, la última general de año, es una gozada porque no cocinamos, ni fregamos, ni cargamos con la mochila. Es mesa compartida, degustación gozosa y amena conversación con los amigos del camino.
Pareciera que nos juntábamos con más ganas de compartir conversación que de comer: no había prisa, no nos sentábamos; las 14,30 se fueron aproximando a las 15 y varios avisos nos hicieron caer en la cuenta de que había que dejar salir a los camareros, para que cumplieran con su cometido: servirnos los vinos y las primeras degustaciones.
Según lo previsto llegó el pastel de centollo con sus tostas y su salsa rosa. Nada de esto quedó sin ser liquidado por unos comensales que abrieron boca como si ha tiempo que no lo hubieran hecho.
Las croquetas de jamón (de buen jamón y a tres por barba), sobraron para algunos y fueron aceptadas por otros compañeros; allí no quedó más que la rejilla del continente donde se frieron.
Marcos, el habitual conductor de la asociación para las numerosas salidas (a quien yo no conocía y se sentó a mi lado con su mujer), fue el primer distinguido por haberse jubilado el día anterior. Una tarta portadora de un bus, fue un buen e inesperado regalo. Luego vendría la entonación “para ser un conductor de primera...” y las sorprendidas fans que pasaron a felicitarle. Emotivo momento que presencié en primera línea.
Se entregaron tres carnets a nuevas incorporaciones: Leonor Ruiz, Emelina Presa y Josefina Fernández.
Particular interés teníamos en el reconocimiento a nuestros socios veteranos. Un diploma les acreditará de por vida como socios de honor. Bien merecido ¡sí señor! -como diría Anselmo-, por su buen hacer, su compromiso y ser los primeros en trabajar por esta asociación Pulcra Leonina que ha llegado tan floreciente a este momento: Araceli y Marcelino Valladares, matrimonio de largo bregar y amigos.
Anselmo volvió a nombrar al conductor Marcos y le llovieron los aplausos.
También hizo referencia a Daniel, el nuevo director del Coro que sustituye a Conchita, a quien todo el mundo reconoce su gran labor. Todos los miembros del coro están también encantados con Daniel, muy contentos y animados. Esperan más incorporación de hombres, claro que sí, ¡menos partida y más coro!
Reivindico para el próximo año un espacio debidamente anunciado, y con un silencio sagrado, para que el coro pueda lucirse como es debido y recibir el reconocimiento en forma de entusiastas aplausos.
El desfile de los participantes fue lento, pero no quedó ni el apuntador. Todos contentos nos fuimos a preparar las fiestas navideñas.
Texto: Senén Bernardo Ruiz.
Fotografía : Jomardi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario