miércoles, 1 de enero de 2025

Comida de Navidad 2024

 Acudimos como “moscas a la miel” 139 personas de la asociación, para encontrarnos con mesa y mantel puestos, en el restaurante del hotel Infantas de León.

 



Esta concurrida convocatoria, la última general de año, es una gozada porque no cocinamos, ni fregamos, ni cargamos con la mochila. Es mesa compartida, degustación gozosa y amena conversación con los amigos del camino.
Pareciera que nos juntábamos con más ganas de compartir conversación que de comer: no había prisa, no nos sentábamos; las 14,30 se fueron aproximando a las 15 y varios avisos nos hicieron caer en la cuenta de que había que dejar salir a los camareros, para que cumplieran con su cometido: servirnos los vinos y las primeras degustaciones.







Brindamos, al menos en nuestra mesa, por el momento, por la salud, por la Navidad y por el Camino, que para eso somos su asociación en León.
Según lo previsto llegó el pastel de centollo con sus tostas y su salsa rosa. Nada de esto quedó sin ser liquidado por unos comensales que abrieron boca como si ha tiempo que no lo hubieran hecho.
 






 Los puerros confitados bajo un tejado de exquisita cecina y una salsa Romescu apenas perceptible, también desaparecieron de nuestra vista después de haber sido repartidos equitativamente.
Las croquetas de jamón (de buen jamón y a tres por barba), sobraron para algunos y fueron aceptadas por otros compañeros; allí no quedó más que la rejilla del continente donde se frieron.






No había prisa para pasar a la rica merluza, rellena de centollo con salsa de cava, donde los compañeros se chupaban hasta las uñas.  Tampoco para los que prefirieron apuntarse al solomillo ibérico a la pimienta con pimientos confitados y patatas ¿a la pandera?, un poco pasado para los más exigentes.




 
Algunos se guardaron un hueco para la tarta de queso con frutos rojos y helado. Los más golosos arrebañamos lo de las o los compañeros. Aquí sí que el plato fue bien limpio al fregadero.


Marcos, el habitual conductor de la asociación para las numerosas salidas (a quien yo no conocía y se sentó a mi lado con su mujer), fue el primer distinguido por haberse jubilado el día anterior. Una tarta portadora de un bus, fue un buen e inesperado regalo. Luego vendría la entonación “para ser un conductor de primera...”  y las sorprendidas fans que pasaron a felicitarle. Emotivo momento que presencié en primera línea.



Se entregaron tres carnets a nuevas incorporaciones: Leonor Ruiz, Emelina Presa y Josefina Fernández.

Particular interés teníamos en el reconocimiento a nuestros socios veteranos. Un diploma les acreditará de por vida como socios de honor. Bien merecido ¡sí señor! -como diría Anselmo-, por su buen hacer, su compromiso y ser los primeros en trabajar por esta asociación Pulcra Leonina que ha llegado tan floreciente a este momento: Araceli y Marcelino Valladares, matrimonio de largo bregar y amigos.






Marita Fernández Criado siempre implicada a tope, igual que María del Pilar Castro y Delfina Albares.





 El socio n.º 1, José Luis Alonso, hermano de San Juan de Dios destinado ya lejos de León, también quiso acompañarnos. Nos recordó los orígenes de la asociación de mano de los primeros y locos entusiastas a quienes él hace responsables de su nacimiento. Él se encontró con el problema de los peregrinos en León, pues llegaban preguntando por el albergue; pero el albergue no era de peregrinos, sino de los marginados de esta sociedad. ¿Cómo darles el mismo cobijo cuando este no era lugar para ellos? El Monasterio de las Benedictinas -las Carbajalas- fue el lugar conseguido.

Anselmo volvió a nombrar al conductor Marcos y le llovieron los aplausos.

También hizo referencia a Daniel, el nuevo director del Coro que sustituye a Conchita, a quien todo el mundo reconoce su gran labor. Todos los miembros del coro están también encantados con Daniel, muy contentos y animados. Esperan más incorporación de hombres, claro que sí, ¡menos partida y más coro!













Con mucha expectación se celebró el sorteo de los numerosos regalos aportados por los patrocinadores de la revista El Senderín: Armería Castro, Fernández Textil, Ferretería Hispano-Americana, La Despensa de Lorenzo, Librería Iguazú, Microleón, Patatas Marcos y Quiromasaje Jiménez; por la misma asociación y hasta por algún socio como Ángel Herranz, Carmen Casado, Lali Parra y Marina Iglesias; así como de nuestro anfitrión el Hotel Infantas de León. Los premios fueron, una copa decorada, un grabado de la catedral de Santiago, dos paquetones de dulces, un juego del Camino de Santiago (tipo La oca), unos cascos profesionales, dos botellas de coñac y licor, tres pequeños paquetes, tres sesiones de quiromasaje, un plano, un queso, dos longanizas de chorizos, una sudadera, unas toallas y una invitación de comida o cena para dos personas.



Entre el murmullo y la emoción de los regalos, pasó completamente desapercibido el canto de villancicos y eso que teníamos nuevo director.

Reivindico para el próximo año un espacio debidamente anunciado, y con un silencio sagrado, para que el coro pueda lucirse como es debido y recibir el reconocimiento en forma de entusiastas aplausos.

El desfile de los participantes fue lento, pero no quedó ni el apuntador. Todos contentos nos fuimos a preparar las fiestas navideñas.

Texto: Senén Bernardo Ruiz.

Fotografía : Jomardi.





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