La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León "Pulchra Leonina" hemos estado en el Bierzo para cumplir con la tradicional fiesta del
Magosto, en Balboa. Como de costumbre aprovechamos para hacer una etapa
del Viejo Camino de Santiago de la Montaña, esta vez desde Camponaraya a
Cacabelos y a Villafranca.
En
Camponaraya nos dirigíamos a tomar un café cuando nos abordaron los
chicos de telebierzo, que avisados de la ruta nos hicieron un reportaje.
También en Balboa, estuvieron grabando la fiesta final.
En
Cacabelos paramos en La Moncloa de S. Lázaro, donde fuimos obsequiados
como peregrinos, con un vaso de vino y un buen bocado de empanada.
La
dueña nos acompañó a las dependencias donde vimos el proceso de
envasado de castañas, a la tienda, tan hermosa, donde no falta
absolutamente nada del Bierzo, a la terraza, al portalón de las
balconadas y las flores, etc.
Nos
regaló unos ramitos de acebo, de la poda que hizo en su jardín y los
llevamos de peregrinación con todo entusiasmo, dispuestos a que superada
la etapa, adornaran nuestra casa en Navidad.
Tuvimos
un magnífico día para caminar, soleado y templado. Además de los
hermosos monumentos de las tres ciudades por donde pasamos, disfrutamos
del paisaje otoñal, inundando nuestros ojos de colores ocres y
amarillos.
Los frutales, membrillos, madroños, manzanos desbordaban sus frutos en el suelo.
Pero
en las laderas de los cerros las reinas eran las vides, sonrosadas,
alineadas en los campos de los grandes bodegueros bercianos.
En Villafranca comimos en una terraza, aprovechando el sol y ya empezamos a tocar la pandereta y a gozar con nuestras canciones.
Al llegar a Balboa rememoramos los buenos momentos vividos aquí y a los amigos de Madrid que nos acompañaron el año pasado.
Sólo
dispusimos de 20 minutos para visitar el Museo de las Gentes. ¡Una
gozada! La madera en Balboa lo es todo, en las obras que el escultor ha
labrado por doquier y en el Museo hay una muestra muy interesante. No os
lo perdáis.
Cuando
llegamos a la nave donde nos habían preparado las castañas, el tambor
quedaba vacío sobre unas pobres brasas. Ya todos estaban en el interior
dándole al diente.
Degustamos
la merienda, compramos castañas y nueces y con el calor del vino
berciano y el aguardiente, que nos sirvió Buzi, cantamos, tocamos
panderetas y castañuelas, cantamos.
La telebierzo nos despidió por todo lo alto.
Ved nuestro reportaje fotográfico aquí.
Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid
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