La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León "Pulchra Leonina" fue invitada al IV Encuentro provincial, cuyos anfitriones la Asociación "Ruta Vadiniense" de Cistierna nos agasajó con un gran número de actividades.
Madrugamos para asistir a la cita anual de Encuentro Provincial de Asociaciones del Camino de Santiago de León que este año 2014 íbamos a celebrar en Cistierna. Como buenos peregrinos que somos comenzaríamos recorriendo juntos un tramo del Camino de Santiago, en este caso, en honor del los organizadores sería de “Ruta Vadiniense” un tramo de la Vía Saliámica, entre las Salas y Valdoré.
Cuando llegamos a la localidad de las Salas ya nos esperaba el grupo de los organizadores, los socios de la “Asociación Ruta Vadiniense” con su presidente al frente.
Nati, Manolo y Elvira, que son compañeros de nuestra asociación, con casa en la localidad, nos esperaban también para ofrecernos su casa e invitarnos a tomar un café calentito y pastas caseras.
Mientras que disfrutábamos de la hospitalidad de nuestros socios, Rafa desapareció...
Aprovechando la ocasión quise visitar las ruinas del monasterio de San Marín de Alión, pues parece ser que este pequeño oratorio fue el origen de las Salas y posteriormente del concejo del valle de Vegalión. http://cremenes.wordpress.com/historia/alion/
En las crestas del monte, donde habitaban los prerromanos guarecidos en el castro, se ubicó el Castillo del que sólo quedan unos pocos pedrones.
Aunque no estaba previsto, me pareció que merecía como mínimo una visita rápida, así que me acerqué con mi cámara y luego eché una carrera para alcanzar a los amigos.
A lo largo de la mañana tendríamos ocasión de conversar con Siro Sanz, presidente de la Asociación Ruta Vadiniense, amigo, historiador, gran conocedor de la comarca y en colaboración con el Padre Martino ha escrito sobre este y otros lugares cargados de historia.
Algunos de ellos son por los que hoy transcurriría el recorrido y a partir de sus investigaciones se han documentado los carteles que lo señalizan. http://exsurgecistierna.blogspot.com.es/2014/04/iglesia-de-san-martin-de-alion-las.html
En uno de ellos se transcribe la copia del documento en el que el Rey Alfonso III el Magno otorga a un monje llamado Sisnando, Abad de san Martin de Turieno en la Liebana, (hoy es Santo Toribio de Liébana) una serie de poblados, iglesias y cenobios que fueron destruidos por los moros, entre los que se menciona expresamente “ecclesiam sancti Martini in locum alione”.
Parece ser que este religioso, con grandes dotes organizativas, era pariente del rey, procedía de estas montañas o por lo menos tenia bienes heredados de su familia aquí. Sisnando llegó a ser obispo de Iria Flavia y conseguiría la dignidad arzobispal en Santiago de Compostela.
Al regresar a las Salas pasé apresuradamente junto a la iglesia, a estas horas cerrada a cal y canto. Como peregrino del siglo XXI echo de menos el poder visitarla, si lo hiciera al estilo de nuestros antecesores medievales hubiera podido contemplar en ella una bella talla de San Martín del Siglo XVI.
En la actualidad organizamos las paradas, los restaurantes, las pernoctas pero abandonamos un poco el otro alimento, el espiritual que alguna vez animó al peregrino ¿O quizás estoy equivocado?
Después de cruzar el puente, mientras leo las cartelas de este bien señalizado camino, observo que además de peregrinación jacobea, tuvo una gran importancia cuando fue calzada romana en época mucho más antigua: la vía Saliámica.
Pasamos junto a un refugio de pescadores, está en un lugar privilegiado y me dicen que aquí frecuentaba el venir a pescar el General Franco y que le gustaba descansar en este bello rincón leonés.
Hicimos un alto en el camino para reponer fuerzas en el atrio de la Iglesia de la Virgen de Pereda. De nuevo Siro nos ilustra: En el Siglo XI existió aquí un monasterio de monjas dedicado a San Martín, que fue fundado por la poderosa familia de los Flaínez. Luego en el Siglo XII fue transferido a la Abadía de Benevivere en Palencia. http://exsurgecistierna.blogspot.com.es/2013/04/la-virgen-de-pereda-eutimio-martino.html
D. José González, autor de “Casta de Astures” hace mención a sus potentes muros de robusta sillería “más propios de una fortaleza que de un santuario” que para destruirlos al levantar la iglesia actual hubo que utilizar dinamita.
La Iglesia estaba cerrada a cal y canto como es lógico y ya estamos acostumbrados, pero había un artilugio por el que se introducía una moneda para iluminar el interior pudiendo así contemplar a lo lejos la imagen de la virgen de Pereda, patrona de estos valles.
Bebimos un trago de agua de la fresquísima fuente y continuamos nuestro camino por carretera asfaltada hasta Crémenes, pero antes de cruzar su puente seguimos la senda a la margen izquierda del río. Caminamos acompañados ahora por una peregrina de la organización de la Asociación Vadiniense, una chica de Taranilla que trabaja en Cistierna y nos puso al día de la situación actual de “puerta de la montaña”. Mientras, transitábamos bajo un túnel vegetal de robles, álamos, avellanos… hasta llegar al “pajar del diablo”
La fuerte lluvia que arreciaba por momentos no nos permitió disfrutar en todo su esplendor de esta magnífica obra de ingeniería romana que el padre Eutimio Marino nos había explicado en otra ocasión, pero os dejo el enlace del relato que escribimos ese día para que profundicéis con el saber antiguo y sagrado que emana de nuestra tierra:
Ni pudimos contemplar los picos que nos rodean ahora entre nubes acuosas, ni valorar en su justa medida la naturaleza geológica de sus peñas, “el Manto del Esla” que es estudio tan importante, que constantemente acerca a la zona geólogos de las universidades más afamadas del mundo y que podéis leer en el enlace anterior, pero os dejamos esta foto de aquel día de verano y en este enlace el reportaje de entonces:
https://www.flickr.com/photos/rsas0010/sets/72157627658875769/
https://www.flickr.com/photos/rsas0010/sets/72157627658875769/
Luego enfilamos la bajada con precaución disfrutando de las hermosas perspectivas sobre el Esla.
La lluvia nos acompañó hasta Valdoré, donde nos esperaban los autobuses para seguir a Cistierna, en cuyo instituto de Enseñanza Secundaria, otro grupo de compañeros de la Asociación vadiniense, dignos descendientes de los aguerridos cántabros que trajeron en jaque a las legiones romanas nos estaban preparando una exquisita “Olla Ferroviaria”.
Repusimos fuerza y charlamos amigablemente mientras tomamos café, chupito de orujo, acompañados de pastas, teclas y lazos de San Guillermo, tan típicos de la zona, mientras que nuestros anfitriones estaban pendientes de nosotros en todo momento.
Contamos también con la presencia del alcalde de la localidad Sr. Sen,que se acercó para saludarnos y darnos la bienvenida ¡Todo un detallazo, Nicanor!
Aunque algunos ya habíamos visitado el museo ferroviario en otras ocasiones, volvimos a visitarlo de nuevo, porque siempre disfrutas remirando las curiosidades que encierra y acompañamos a los que aún no lo conocían.
Como siempre Manolo nos hizo una explicación minuciosa y recordamos a Ana, que también nos lo había mostrado la vez anterior y la mandamos recuerdos.
Como siempre Manolo nos hizo una explicación minuciosa y recordamos a Ana, que también nos lo había mostrado la vez anterior y la mandamos recuerdos.
Rosi recordó a su abuelo, Juan Sabugal, capataz caminero de vías y obras, que usaría estas herramientas en las proximidades de Valle de las Casas, donde vivió con Julita Iglesias "la guardesa", en una época en la que las mujeres tenían derechos, aunque no los pregonaran o silenciaran.
Para el que esto escribe, antiguo militar del Regimiento de Movilización y Prácticas de FFCC e hijo de ferroviario, siempre es emocionante esta visita, con las explicaciones de Manuel.
Pero no terminaba aún nuestra Jornada, pues desde aquí fuimos a visitar el museo de la Siderurgia y de la Minería del carbón de Castilla y León, situado en la localidad de Sabero http://www.vivaleon.com/museo_de_la_siderurgia_y_la_mineria_sabero.htm
Quizás debido a sus arcos que me recuerdan a una catedral gótica, yo siempre me acerco a este museo con una reverencia cuasi-religiosa, al pensar que me encuentro con la primera industria siderúrgica del país, en la que se aplicaban las tecnologías más avanzadas del momento, según fue detallando el guía que nos acompañó, durante el recorrido por las distintas naves.
Ante nuestros ojos pasaba ahora un alto horno de Cok, luego un taladro construido por el ingeniero inglés James Nasmyth, una pieza única en su diseño, que en su día fue traída en carros tirados por bueyes desde el puerto de Gijón.
La idea de la ubicación de la fábrica era buena: crear una industria siderúrgica en la cuenca de Sabero donde era posible la extracción del carbón y del hierro, la abundancia de agua, de piedra y barro para elaborar ladrillos y facilitar las numerosas construcciones y anexos. Esto abarataría los costes. Pero ¡ay! No contaban con los problemas políticos y económicos que provocarían el cierre de la factoría al cabo de 16 años de su apertura.
A partir de aquí, este edificio neogótico se convertiría en almacén, polideportivo y en ocasiones “La plaza” hasta salón de baile.
Recorriendo sus distintas salas, a través de los paneles, nuestro guía dio un repaso a la historia del valle de Sabero y a las gentes que lo poblaron, desde la prehistoria hasta los empleados de la empresa siderometalúrgica del Siglo XIX.
Una gigantesca maqueta de la cuenca minera preside la nave central. A nosotros nos ayudó a comprender la ubicación de las distintas minas de la cuenca de Sabero.
Para terminar, después de una breve visita a la exposición temporal, que estaba dedicada a la iluminación en la mina y las distintas clases de lámparas, nos detuvimos en la farmacia, una auténtica joyita, de la que disfrutaron no solamente los mineros, sino toda la población y que según nos explicaron, a partir de 1930 se amplió con el hospital Izaguirre, que contaba con la 2ª máquina de Rayos X, instalada en nuestra provincia.
Cuando salimos impresionados por la magnificencia del lugar, ya había oscurecido, la lluvia seguía tintineando monótona contra las paredes del edificio para recordarnos lo que pudo haber sido y no fue.
Nosotros por nuestra parte, subimos a los autobuses que nos conducirían de regreso a León, punto final de este día tan lleno de sensaciones.
Buenas noches, amigos y… ¡Hasta pronto!
Ved aquí nuestros reportajes fotográficos de este día:
Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid
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