10ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
Los
peregrinos de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León "Pulchra Leonina"recorren el Viejo Camino de Santiago por la provincia de León y en esta ocasión parten del río Curueño hacia
el Torío, hallando Damas Guerreras y descubrimientos sorprendentes.
Nos
encontramos junto a las cristalinas aguas del río Curueño, hipnotizados
con el espejear de los rayos del sol bajo el puente de Valdepiélago.
Aún recordamos a los héroes guerreros de la semana pasada, Curueño y la
bella Porma. No fue ella la única mujer atrevida y valiente que dieron
estas tierras, siguiendo río arriba podríamos llegar al pueblo de
Arintero, donde se origina la historia de la Dama de Arintero.
La
Dama de Arintero fue una mujer que se disfrazó de varón para
salvaguardar el honor de su casa durante las guerras de los Reyes
Católicos.
Se
trata de una mujer luchadora, que allá por el año de 1476 impresionó a
cuantos la conocieron. Iba camino de una guerra de hombres en la que
tenía que enrolarse disfrazada de varón, para salvaguardar el honor de
la familia. Se llamaba Juana Sánchez pero como las mujeres no podían
participar en las contiendas bélicas se cambió el nombre por el de
Caballero Oliveros, la historia la inmortalizó como La Dama de Arintero.
Foto de Rafael Cid: Escudo de la Dama de Arintero
El
padre de la Dama, por su condición de hidalgo debía luchar en la guerra
que los Reyes Católicos sostenían contra Juana La Beltraneja. No eran
tiempos para dudar del lado de quién se estaba, pero él era anciano o
sus fuerzas declinaban y no tenía hijo varón. A los ruegos de Juanita,
aceptó que ella le sustituyera. El Caballero Oliveros lucha
valientemente escondiendo su feminidad tanto en los combates como en los
tiempos de sosiego, cuando los hombres frecuentan tabernas y mercados.
Sin embargo, la leyenda cuenta que el capitán de la guardia, un
caballero notable, se enamoró de ella.
Esto
se canta en coplas que inundaron nuestros mercados en épocas pasadas,
eran las "coplas de ciegos", pues ellos las cantaban y las vendían en
pliegos de papel unidos por un cordel, por eso se llamaban "pliegos de
cordel" y era la literatura al uso de la gente pobre, mientras las
clases adineradas, reyes y nobles, disponían de "libros incunables"
profusamente adornados con ilustraciones coloreadas o doradas que la
imprenta empezaba a generar por Europa.
"Si queréis saber quien es
este valiente guerrero,
quitad las armas y véis
ser la Dama de Arintero.
Conoced los de Arintero
vuestra Dama tan hermosa,
pues que como caballero
fue con su rey valerosa".
En
un caluroso día de verano cerca de Toro, en un lugar llamado
Peleasgonzalo, cuando se encontraba lavando sus heridas después del duro
combate, sus compañeros descubrieron su figura femenina y lo
denunciaron al rey: -¡mujer hay en la guerra!- Dijeron. El rey Fernando
una vez que la escuchó, premia su hidalguía, la licencia del ejército y
la agasaja con prebendas para los habitantes de su casa y solar, pagando
una generosa soldada. Al ser informada la reina le parece demasiado
galardón y manda la guardia tras ella para arrebatarle los privilegios.
La
historia tiene un final un poco triste: la dan alcance en la Cándana,
pueblo que estaba en fiesta, donde ella decide retrasarse jugando a los
bolos, no sin antes mandar noticia a su casa y enviar por sus criados
los pergaminos de privilegios y sus pertenencias. Se enfrenta a sus
perseguidores y la Dama muere ante la superioridad numérica de sus
enemigos. ¿Sucedería así en la realidad? Yo prefiero pensar que el
gallardo capitán de la guardia lucha a su favor en la pelea,
consiguiendo huir juntos y felices.
Foto de Rafael Cid: Camino a Arintero
El
tema de la mujer guerrera disfrazada de hombre ha proliferado en la
literatura y en el cine, últimamente hemos visto la película Mulán, de
dibujos animados. Aunque en nuestros días ya no es necesario
disfrazarse, porque las mujeres hemos llegado a ocupar los tradicionales
puestos de hombres en todos los oficios y también en el ejército.
En
estas estábamos cuando llegaron unos peregrinos que nos pidieron que
les acompañáramos por el Viejo Camino de Santiago. Eso nos liberó del
“pozo” o “Val-de-piélago” en el que tras el laberinto de la jornada
anterior nos habíamos retardado, como sucede en el Peregrino Juego de la
Oca. Con ellos subimos Por la Bérbula y Morquera hasta Valcésar a
visitar la ermita de San Froilán y recordamos el relato de la
peregrinación de Leodegundia:
“fueron hasta Dotes junto a la Peña Galicia donde les esperaban los de Covatuerta, Santa Eugenia y Aviados con sus pendones” (pág. 25)
Efectivamente
en la parte superior del río de los Molinos existió un pueblo junto a
la abadía de San Pedro de Cavatuerta, en el valle del mismo nombre,
entre las montañas de Aviados y Correcillas. Esta abadía fue muy citada
en documentos del Siglo X, por donaciones y compraventas, la primera
cita del año 963. Según Madoz, fue luego un monasterio templario.
Foto de Rafael Cid: Senda a Cavatuerta
Una
vez desaparecida la abadía, se siguió manteniendo el título de abad al
que iban ligadas numerosas posesiones. Por esta razón Don Ramiro Núñez
de Guzmán, Señor de Aviados en el Siglo XVI pretendió el derecho a
nombrar abad, ya que esto le daba la posibilidad de adjudicar
limpiamente a su favorecido las numerosas posesiones de la inexistente
abadía.
Cavatuerta es un lugar entre las montañas de Aviados y Correcillas, donde antiguamente hubo un monasterio.
Cavatuerta
es un lugar poco conocido de nuestra provincia, sin embargo su historia
es muy interesante a nuestro juicio, por tres razones. La primera,
porque se cree que ha dado origen a la Casa y apellido “Iglesias o de la
Iglesia”, nombradía de tiempos muy antiguos: Se considera como
progenitor del linaje a un caballero llamado Alvar, un esforzado
guerrero que allá por los años 725, en los tiempos del invicto don
Pelayo, ante el ataque de los musulmanes que lo perseguían, se hizo
fuerte en una iglesia o ermita, posteriormente llamada San Pedro de
Cavatuenta y con sólo ciento cincuenta hombres aguantó las embestidas de
más de cinco mil enemigos, defendiéndola con tal ardor, que dio muerte a
más de dos mil enemigos.
La
segunda porque hubo templarios por aquí. Nos preguntamos ¿Qué andarían
buscando, fuerzas de la naturaleza, metales o minerales? En los
alrededores hay varias cuevas o “Cavas” ¿habrá algún túnel torcido cuya
reminiscencia quede en la palabra “Tuerta”, que significa torcida? ¿La
traducción del topónimo o de la antigua iglesia, nos daría pie a pensar
en una piedra o dolmen, venerada por los antiguos dentro de una cueva?
La cueva del Gobio que se encuentra por los alrededores ¿puede
significar un lugar con un retén de soldados en tiempos de los romanos,
puesto que la palabra Gobio o gobia significaba grupo armado? ¿siguiendo
huellas romanas habrían tratado de reutilizar venas minerales?
Foto de Rafael Cid: Cumbres y bosques
Cerca
de la llana de San Pedro, cuyo nombre era el patronímico de la abadía,
existió una explotación en la que se buscó uranio en los años 70.
Al
explorar el lugar, inmerso en la soledad, rodeado de exuberante
vegetación, parecía imposible que allí, junto a los muros del ahora
inexistente monasterio, se hubieran desarrollado batallas medievales y
turbias maniobras políticas, cuyos recuerdos se esconden en legajos
sombríos. Me sorprendí cuando me corroboraron que en ese lugar existió
una mina de uranio y efectivamente yo había oído hablar en los años
setenta de una veta de uranio, que iba desde Cistierna hasta la Robla...
De regreso a casa lo comprobamos en internet a través de la hemeroteca
del diario El País de 28 de marzo de 1981 y en la página oficial del
Valle de Sabero: http://valledesabero.webhispana.net/uranio.htm
que confirmó información tan sorprendente. Nosotros pobres peregrinos,
encontramos estas cosas en el Camino y no salimos de nuestro asombro,
que cada cual saque sus propias conclusiones...
Consultad la bibliografía para saber más:
Maximiliano González Flórez, La montaña de los Argüellos
Para conocer más Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León:
Ved el artículo séptimo, Boñar: turismo termal desde la antigüedad
Podéis leerlo más cómodamente pinchando sobre la imagen o sobre este enlace.
Ved el cuarto artículo, Piedras que hablan: S. Guillermo de PeñaCorada
Ved el tercer artículo, Vírgenes, santos, tortugas y dragones, en LNC de León
Pincha sobre la imagen o sobre este enlace para leerlo más cómodamente.
Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid
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