Las actividades del año de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago comienzan con una misa en recuerdo de los difuntos entre nuestros compañeros y sus familiares, además de tener muy presentes a aquellos que sufren alguna enfermedad o situación difícil.
Nuestros mejores deseos siempre están con ellos, y al igual que en El Camino siempre se encuentra la ayuda de una mano amiga, esperamos que encuentren la ayuda necesaria y que logren superar todos los pesares.
En esta ocasión la misa se celebró la tarde del sábado 11 de enero, en la Catedral de León, en su lugar más Jacobeo, la Capilla de La Virgen del Camino. Además a nuestra Virgen la acompañan tres santos muy peregrinos: Santiago Apóstol, San Roque y San Martín de Tours, que están en las hornacinas que componen un retablo pétreo sobre el altar.
Bajo tan destacada y apropiada protección, se llenó el lugar para participar de una agradable celebración, oficiada por nuestro amigo D. Jorge García, párroco de Bercianos del Real Camino. Él bien conoce los pesares y las alegrías peregrinas, y bien supo llegar hasta los asistentes.
Sin duda alguna este primer acto del año ha sido también especialmente agradable por el buen hacer del Coro, formado por nuestros compañeros de Asociación. Se nota el trabajo, el ánimo y la buena intención: ¡Da gusto contar con un tan buen coro! Así las penas lo son menos, y las alegrías, como que lucen más.
Y concluyo esta crónica con una nota sobre la buena acogida de nuestras peticiones: quizá sea por la participación de tantos socios, junto con el buen hacer de nuestro coro, que es seguro que nuestras peticiones son atendidas: Al inicio de la misa muchos nos enteramos del percance de nuestro compañero Ángel, e incluimos en las peticiones su pronta mejora. Es un placer compartir con vosotros la grata noticia de que ya se repone felizmente, conservando su buen ánimo habitual.
Texto y foto de Juan Manuel Puente
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