Después de tomar el café para despertar, comenzamos a caminar por el arcén de la N 525 hasta casi el pueblo de Padornelo debido a las obras del Ave que nos impidieron seguir el camino original. Es un tramo con deficiente señalización y en subida, pero con el encanto de la niebla, que al no ser muy cerrada, daba al paisaje una tonalidad otoñal y muy bonita.
Al llegar al alto del puerto y después de tomar un reconfortarte refrigerio, salimos caminando con sol y muy buena temperatura, hacia Lubián por un bosque maravilloso donde ya se podían ver algunos colores del otoño y los castaños a punto de empezar a dar sus ricos frutos.
Después de 9 km llegamos a este pueblo, donde tras visitar su magnífica Iglesia parroquial, visitamos los dos bares que existe en él y después dimos cuentas de las viandas que cada uno llevábamos en nuestras mochilas.
Algunos que todavía tenían ganas de andar se desplazaron a al inmenso Santuario de la Tuiza, enclavado en un paraje idílico entre castaños.
Sobre las 19, 30 horas y después de un viaje amenizado por el Coro de los Niños Cantores de Viena, digo de León, llegamos al punto de desde habíamos salido esa mañana.
Y hasta la próxima.
Y como además de contarlo, podemos enseñarlo, aquí dejamos algunas fotos que Jomardi hizo ese día:
Saliendo de Requejo |
Padornelo |
Aciberos |
Lubián |
Lubián |
Lubián |
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