Después de la inauguración de la
exposición de fotografía Jacobea, que aunque el folleto no lo
especifique fue también la inauguración de las jornadas, los asistentes
pasamos al salón de actos de la Obra social de Caja España Duero, donde
D. Emilio Morais Vallejo pronunció una interesante conferencia bajo el
titulo “La arquitectura defensiva. Un patrimonio cultural en el Camino
de Santiago”
D.
Emilio, que ya había colaborado con nuestra Asociación en otras
ocasiones, es Doctor en Historia del Arte y profesor de la Universidad
de León actividad que comparte con la de Secretario del Departamento del
Patrimonio Artístico y Documental de dicha Universidad.
En
su impresionante currículo figura también la publicación de varios
libros sobre arquitectura y patrimonio y un gran número de artículos de
divulgación científica relacionados con la Historia del Arte.
Pero
¿Por qué la necesidad de conocer la arquitectura defensiva en el
Camino? Por un lado tenemos a los peregrinos que van a Santiago haciendo
un camino espiritual, pero transitan por una vía de comunicación, por
la que también lo hacían mercancías y viajeros para su explotación
económica.
Los
castillos se colocaban estratégicamente para controlar esta red viaria
en lo alto, o junto a un puente, que al ser utilizado por peregrinos
procedentes de toda Europa, se convirtieron en un patrimonio cultural de
primera magnitud, a través de los cuales podemos estudiar la
arquitectura defensiva, las razones políticas o económicas que los
movían, el sistema fiscal aplicado por los señores y en definitiva todo
lo que nos ayuda a comprender el modo de vida en cada momento.
Nos
hizo a continuación el señor Morais un recorrido por el camino no
lineal, sino cronológico. Acompañando sus explicaciones con gran número
de diapositivas.
Comenzó
analizando la presencia de los castros (Castromayor, en Lugo o el que
nos resulta más cercano, Castroventosa, que ya tiene muralla romana,
pues una vez que caen en manos de los romanos, los ocupan y necesitan
nuevas fortificaciones. Debido al gran número de legionarios de servicio
en nuestra península necesitan murallas más extensas, pero ya no son
necesarios los lugares muy elevados para defenderse: buscan
emplazamientos cómodos, propios de vencedores, en las confluencias de
los ríos, con abundancia de agua, como Astorga o León
Las
murallas se quedan pequeñas a lo largo de la Edad Media, por la gran
afluencia de gentes, por lo que se refuerzan con castillos para vivienda
de los Señores, siendo un ejemplo de ello el Castillo de León.
La
muralla se convierte en un linde que diferencia el mundo rural del
urbano, con espacios jurídicos distintos. Murallas con puertas
artísticamente construidas como las de Mansilla de las Mulas, Santo
Domingo de la Calzada o Carrión de los Condes cuyos restos aun se
mantienen en pie.
Nos
habló de la importancia de las puertas, que se convierten en un
elemento de presentación de la ciudad. Empiezan a construirse con esmero
a partir del Siglo XIV. A partir de su estudio podemos entender el
arte, la cultura y hasta la fiscalidad, de la que no se libraban ni
antiguamente, pues pagaban el “portazgo” para poder transitar por ellas.
Nos
puso como ejemplo la puerta de Burgos. El arco de Santa María es del
Siglo XVI que, sin aplicaciones militares tiene un sentido estético y
emblemático con una serie de personajes símbolo de la importancia de la
ciudad.
Nos
explicó que en León, en Puerta Castillo, junto a Pelayo hay una
inscripción que pone de manifiesto la ideología de la época, pues elogia
al mundo romano, al reconquistador y a la monarquía.
Nos
recordó luego que los puentes se fortifican también para cobrar el
“pontazgo” y hasta algunas iglesias se constituían como fortalezas.
Como la visitada recientemente por nosotros, la de San Saturnino en
Pamplona o la de San Juan de Portomarin, que perteneció a los monjes de
San Juan de Jerusalén, tuvieron una doble misión.
Nos habló de los castillos de Cornatel, de Sarracín o de Balboa y también del de Javier que visitamos recientemente, del que podéis ver detalles aquí.
Como
algunos castillos tienen una estructura propia de su función, como el
de Ponferrada, que perteneció a la Orden del Temple.
Con
el tiempo los castillos se hacen cada vez más señoriales y se
convierten en palacios. Son residencia de los reyes, como el de Navarra,
o el de los Marqueses de Villafranca.
El
de Grajal de Campos es un castillo artillero de gran categoría
realizado en una época en que han cambiado los usos de la guerra.
En
la Edad Moderna aparece la artillería pesada y los tratados de
arquitectura militar nos legan edificios geométricamente perfectos. La
fortaleza de Jaca es uno de los edificios más característicos. El otro,
la ciudadela de Pamplona, que los amigos de la Asociación visitamos
recientemente.
Llegamos
así al final de la evolución de la arquitectura defensiva que, con las
nuevas guerras ha dejado de tener interés. Las fortificaciones se
destruyen para reutilizar sus materiales o ampliar el espacio ciudadano.
Ejemplo, la muralla de León.
D.
Emilio nos muestra una foto de cuando se demolieron los cubos de la
muralla. A partir de ahora nos queda un camino difícil y es el de
conservar en lo posible el patrimonio, que la historia nos ha legado.
Texto y Fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid
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